Sacyr ha subido el beneficio un 11,3 por ciento durante los primeros seis meses del año en relación al mismo período de 2018, alcanzando los 80,4 millones de euros. Le han impulsado el crecimiento en los negocios de construcción y concesiones en los mercados internacionales. El resultado bruto operativo (ebitda) aumentó un 32 por ciento, hasta los 315 millones. La participación del 7,8 por ciento en Repsol le aportó 66 millones. La firma cerró el día con una subida del 0,49 por ciento en el parqué madrileño.Con un crecimiento de la facturación que superó por primera vez los 2.000 millones –llegó a 2.009 millones, con casi el 60 por ciento en el exterior–, la compañía dirigida por Manuel Manrique llama la atención sobre el incremento de la rentabilidad de sus actividades, puesto que el margen de ebitda ha crecido un 19 por ciento, pasando del 13,2 por ciento al 15,7 por ciento.Además, ha señalado que el 77 por ciento del ebitda se obtiene de activos concesionales con un bajo riesgo de demanda y que el peso de la cartera internacional representa el 73 por ciento de los 42.642 millones a los que asciende. Todas las áreas de negocio participaron en la evolución, menos la Industrial, que experimentó un retroceso del 11 por ciento, hasta los 16 millones; Concesiones subió un 17 por ciento, hasta 151 millones, Ingeniería e infraestructuras escaló un 70 por ciento, llegando a 104 millones, y Servicios creció un 26 por ciento, hasta los 55 millones. Desinversiones sin impactoLas desinversiones que Sacyr cerró en la primera mitad del año, el 49 por ciento de siete de sus concesiones en Chile y la participación del 15,5 por ciento en Itínere, no tienen impacto alguno en la cuenta de resultados. En la multiconferencia con analistas, el director general financiero de la compañía, Carlos Mijangos, ha dicho que escucha ofertas por la autopista Alto de las Pedrizas-Málaga, la única de pago directo del Grupo en España.La rotación de activos es fundamental para Sacyr: capta fondos para crecer en el exterior y cumplir el objeto de recortar "significativamente" sus 1.087 millones de deuda corporativa este año, que supone una cuarta parte de un pasivo total de 4.443 millones, un 9,8 por ciento mayor que a inicio de año por la devolución de los anticipos recibidos en su día para la ampliación del Canal de Panamá.