Recargar de un modo inteligente los vehículos eléctricos producirá un ahorro anual de 500 millones de euros al sistema eléctrico español hacia el año 2040, que podría ser incluso mayor si se usan las baterías de los automóviles para almacenar energía y devolverla a las redes cuando sea necesario.Así lo indica el informe Baterías sobre ruedas: riesgos y oportunidades en torno a los coches eléctricos, elaborado por Element Energy para Enel, Iberdrola, Renault-Nissan y Transport&Environtment, que se presentó ayer en Madrid en la sede de Aeléc, la patronal de las cinco grandes eléctricas.El análisis se basa en los escenarios energéticos oficiales de la UE –elaborados por Entso-e, con gran presencia de renovables intermitentes– y considera una penetración del 30 por ciento de vehículos eléctricos enchufables en el parque europeo de utilitarios, unos 100 millones de unidades. Luego compara varias opciones para recargarlos y estudia sus costes y beneficios en cuatro países: Reino Unido, Francia, Italia y España. Flexibilizar la recarga"Los resultados son similares en todos ellos: la carga no controlada de los vehículos supone coste, tanto a nivel de generación como de red, pero según se flexibiliza, el coste disminuye, e incluso se puede obtener beneficio", en palabras de Pilar González, responsable de Almacenamiento en la Dirección de Innovación, Sostenibilidad y Calidad de Iberdrola. En el caso de España, la diferencia alcanza un orden de magnitud de 500 millones al año, al necesitarse menos infraestructuras de generación y de red y menos producción en picos de demanda, básicamente. En España, además, tendrá mucho peso la generación solar al mediodía, y almacenarla en las baterías de los vehículos evitará que se produzcan vertidos –que se desperdicie energía porque el sistema no pueda absorberla–, aumentando el beneficio neto. El análisis señala que los beneficios económicos para el sistema eléctrico crecen aún más si se inyecta electricidad desde las baterías de los vehículos a las redes (sistema conocido como V2G por sus siglas en inglés). En ello influyen tanto la mayor flexibilidad como, sobre todo, el hecho de que la batería del automóvil que presta el servicio al sistema la haya costeado el dueño del automóvil.Para dar una idea de la importancia del V2G, el informe apunta que los vehículos eléctricos tendrán una capacidad de almacenamiento de 4 TWh en 2040, lo que equivale al 45 por ciento de la demanda diaria de electricidad de la UE en la actualidad. La opción V2G deberá recibir una remuneración adecuada por la inyección de energía a la red, pero los expertos creen que solo tendrá relevancia puntual, puesto que la descarga de la batería para prestar servicios al sistema reduce la vida útil de la misma y la autonomía del vehículo.