El colectivo autónomo sólo interesa a los políticos en periodo electoral
- En total hay 3,05 millones de trabajadores por cuenta propia en España
Lourdes Marín
Las elecciones apremian y, a menos de una semana del primer gran encuentro del año con las urnas, es inevitable tirar de la hemeroteca más reciente para hacer balance de aquello que nuestros políticos han hecho o dicho, en un intento final por ganarse la confianza de los españoles más indecisos. En este sentido, si bien han sido muchos los colectivos a los que han ido dirigidas estas acciones, lo cierto es que el de los autónomos destaca por encima del resto. Consulte el nuevo número de la revista digital Gestión Empresarial.
Así, ni la dividida oposición se ha olvidado en sus promesas electorales de los trabajadores por cuenta propia, ni al Gobierno se le ha escapado la oportunidad de incluir una batería de medidas de apoyo al colectivo de última hora.
La Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año revelaba que el número de empleados por cuenta propia descendió en 23.000 personas de enero a mayo -hasta quedarse en 3,055 millones-, a pesar de que en los últimos doce meses ha aumentado en 40.700. De este modo, y ante el mal sabor de boca que ha dejado la EPA, el secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta), Sebastián Reyna, afirma que los datos "demuestran la debilidad de la evolución del trabajo por cuenta propia".
A pesar de esto, la política española es consciente de que cuidar a los autónomos es un paso estratégico fundamental, puesto que una buena parte del tejido empresarial está compuesto por estos perfiles. Algo que, según Reyna, "es normal, ya que los trabajadores autónomos representan una parte cuantitativa muy importante de la sociedad española y muy activa en lo cualitativo".
Siete medidas de última hora
Así, el Gobierno anunciaba a mitad de abril una batería de medidas incluida en el anteproyecto de ley de Fomento del Trabajo Autónomo, que antes de final de mes ya estaba aprobada en el Consejo de Ministros y que el pasado jueves ya tenía el visto bueno del Consejo Económico y Social (CES), aunque con varios peros. Entre otras cosas, porque, según el CES, hubiera sido "deseable" haber consultado a las asociaciones empresariales y sindicales más representativas.
Siete medidas cuya finalidad es incentivar el autoempleo, ampliando el margen de maniobra de los autónomos, y entre las que se encuentran la posibilidad de compatibilizar la prestación por desempleo con el inicio de un negocio y rebajas fiscales, entre otras.
Sin embargo, desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta) no ven tan positivo este paquete de reformas. Su secretario general, Sebastián Reyna, opina que "las medidas van dirigidas a personas que hoy todavía no son autónomos pero que podrían llegar a serlo en el futuro, por lo que los actuales autónomos se sienten en general poco representados en esas propuestas". Según Reyna, lo que se ha establecido es "un modelo de tránsito entre el paro y la actividad por cuenta propia. Sin duda, estas medidas son positivas y fomentarán la iniciativa de autoempleo, aunque tememos que pueda haber mucha inestabilidad cuando el periodo de ayuda termine", sentencia.
Pero no sólo el Gobierno ha tratado de hacer esta llamada de atención de última hora. En la oposición, los partidos tradicionales y las nuevas fuerzas políticas también han hecho referencia al colectivo, aunque con diferente intensidad. En este sentido, las promesas recogidas en la web del PSOE creada para las elecciones municipales y autonómicas son contundentes: "legislaremos para que los autónomos paguen su cuota a la Seguridad Social en función de su facturación, que paguen menos quienes ganen menos, y bajaremos el IRPF de los autónomos del 21 al 15 por ciento". Por su parte, Izquierda Unida, además de mostrar su apoyo a los autónomos en huelga de Movistar, poco ha dicho acerca del colectivo. Algo más claros han sido desde Podemos, cuyo número uno ha hablado de la necesidad de adoptar incentivos y derechos como los que ya existen en Francia. Sin embargo, el programa económico presentado por el partido naranja sí que se detiene más en esta cuestiones y detalla una lista de seis medidas por las que pretende incentivar el autoempleo.
Lo que parece claro es que es necesario fomentar el empleo, también a través del trabajo autónomo, más allá de los calendarios electorales. "Flexibilizar las condiciones de acceso al crédito sigue siendo la asignatura pendiente, pero también otros objetivos han quedado frenados en esta legislatura, como un sistema de cotización a la seguridad social más proporcional, reducir la brecha fiscal entre empresas y autónomos y la regulación de una verdadera segunda oportunidad", concluye Reyna.