Emprendedores-Pymes

La venta ambulante se regulariza

  • El sector reclama su papel y exige derechos y deberes
  • Los ayuntamientos ingresan unos 40.000 euros anuales por esta vía
Puesto de venta ambulante. <i>Imagen de Fernando Villar</i>


"Siete kilos de naranjas a dos euros noventa". Detrás de esta frase hay mucho más que el busco algo barato, busco entre los trapos que rezaba la canción. El sector de la venta ambulante ha tomado conciencia y ha pasado de ser un servicio social a ser un servicio público que genera empleo y dinamiza la economía de los municipios que albergan los mercadillos semanales.

Se estima que en España existen entre 3.500 y 5.000 mercadillos que generan en torno a 50.000 empleos directos y 65.000 indirectos. Además suponen una fuente de ingresos indiscutible para los Ayuntamientos que, en plazas con una media de 100 puestos, recaudan en torno a 40.000 euros anuales por esta vía. Y eso sin contar la morosidad, que ronda el 15%.

Además, el día de mercadillo produce un efecto positivo sobre el comercio minorista de la localidad, que incrementa sus ventas en torno al 80%. Desde el inicio de la crisis el número de altas en el Reta (Régimen Especial de trabajadores Autónomos) se ha incrementado notablemente. Además de la extensión de la cultura de pago en el sector, el crecimiento de las altas se debe a que la venta ambulante se ha convertido en sector refugio para desempleados o profesionales que buscan un complemento para llegar a fin de mes.

Exigen mayor regulación

Por ello, los autónomos y empresarios de la venta nómada exigen ahora una mayor regulación. Uno de los principales problemas del comercio ambulante se centra en la competencia desleal. Según José M. del Prado, gerente de Fecoam (Federación Cántabra de Comerciantes Ambulantes) "las Administraciones no ejercen un control suficiente sobre la venta ilegal sobre pavimento". Y expone la necesidad de "mercados ordenados, legalizados y homogéneos en cuanto a estructuras".

César García Arnal, director del área de Política Sectorial de Upta (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) destaca que "el principal problema del comercio ambulante es la estacionalidad". Y apunta a que el crecimiento en el sector está muy limitado: "Los ayuntamientos no quitan licencias, pero tampoco las aumentan por la complejidad en los procesos de coordinación y por los gastos que supone para el municipio".

De hecho según las previsiones de Fecoam 2014 será el año de la reestructuración del sector y en torno a un 20% de los puestos tradicionales serán sustituidos por nuevos modelos más innovadores "que, combinados con stands de tiendas locales, aporten atractivo turístico, y una mayor diversidad de productos y servicios".

Unión

Y para reivindicar derechos, nada mejor que unirse. Es lo que ha pasado en Cataluña, donde este mes se constituyó la Mesa del Comercio no sedentario con el objetivo de mejorar la competitividad de esta actividad. Formada por las entidades representativas de los marchantes, vinculadas a la Confederación de Comercio de Cataluña, a Pimec Comercio y las entidades municipalistas, espera convertirse en un punto de encuentro entre las entidades representativas de los comerciantes no sedentarios y las administraciones locales.

También lo han hecho así en Castilla y León para "que mucha gente no termine cayendo en la mendicidad", explica Enrique Jiménez, presidente del colectivo de vendedores ambulantes en Burgos. De esta forma han creado una cooperativa que hace de central de compras para abaratar el coste de la mercancía a sus asociados, o que gestiona el suelo con los ayuntamientos para abaratar las tasas o se hace cargo de servicios como la limpieza.

Información elaborada por Verónica Sosa, Javier Alfonso, Rafael Daniel, Ruth Lodeiro, Eva Sereno, José María Camacho, Beatriz Triper, Carmen Larrakoetxea, y Esther Porta.

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