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El 'miedo' al impago reduce un 50% el crédito comercial a autónomos y pymes

  • El total de efectos comerciales impagados descendió en abril un 12,6%
Foto: archivo


El pasado 4 de julio, el Banco de España hacía públicas las últimas cifras sobre la situación del crédito en nuestro país que arrojaban una nada desdeñable caída de más del 50% en la concesión de crédito comercial a empresas.

Esta recesión, en lo que a operaciones de financiación de circulante se refiere, viene siendo progresiva desde el año 2007, fecha en la que el importe de operaciones vivas se situaba en casi 78.000 millones de euros y que a diciembre del pasado año apenas sobrepasaba los 36.000 millones. Tendencia que ha seguido acentuándose durante los primeros meses de 2013 en los que el retroceso ha sido de casi un 20% más.

Este descenso está directamente relacionado con la reducción de la actividad económica principalmente en pymes y autónomos, a lo que se añade el cierre obligado y cese de actividad de muchas de ellas ante la falta de financiación.

Miedo al impago

Fuentes del sector afirman que la caída del descuento comercial tiene que ver con el cambio del tipo de líneas de circulante que necesitan las empresas". Algo en lo que ha incidido como factor clave "el miedo al impago", que, según los datos del INE en abril se situaba en un 3,8% sobre el total de los efectos de comercio vivos.

La internacionalización también ha sido un peso pesado en el cambio de paradigma en operaciones de financiación de circulante, ya que ni pagarés ni letras permitían asegurar el cobro procedente de operaciones del exterior.

Sara Baliña, socia de Analistas Financieros Internacionales (Afi), explica que "este descenso viene acompañado por el incremento de la mora empresarial". Baliña explica además que uno de los indicadores más significativos a la hora de realizar el análisis de las causas de estos mínimos es "la coincidencia de la aceleración de la caída que se produce a partir de mediados de 2012 - fecha de inicio de una segunda recesión -, con un repunte significativo de las tasas de morosidad".

Esta opinión también es compartida por Sebastián Reyna, secretario general de Upta (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), quien a este respecto apostilla que "la morosidad interempresarial y la caída de la facturación hace que no haya descuentos comerciales y, por tanto, la banca se retraiga".

Este miedo al impago ha generado que productos tan habituales en épocas de bonanza como pagarés y letras de cambio hayan ido perdiendo terreno frente a sistemas alternativos como el factoring (cesión mercantil de créditos) o el confirming (sistema de gestión de pagos), cuya curva de crecimiento ha sido positiva y directamente proporcional a la caída de sus antecesores.

Caída en la demanda

Las entidades fincancieras consultadas por elEconomista coinciden en señalar que ha sido el acusado descenso de la demanda lo que ha provocado la reducción a mínimos históricos de este tipo de operaciones.

Desde Banco Sabadell explican que "no han sido ajenos al contexto global" y el volumen del crédito comercial en la entidad se ha reducido en un 38% desde 2007. No obstante, afirman que, en su caso, "esta caída ha sido muy inferior a la del sector" lo que les ha permitido incrementar la cuota de mercado en casi 4 puntos, desde diciembre de 2007 hasta abril del presente año.

También BBVA "ha notado la caída en el negocio de este tipo", pero al igual que el resto de entidades consultadas insisten en señalar que el volumen de operaciones de cesión de crédito en la entidad se ha incrementado en 5.500 millones de euros en el periodo 2007 - 2012. Cifra similar a la aportada por Banco Popular, cuya inversión nueva alcanzó los 5.000 millones de euros -un 2% más con respecto al año anterior-

En el caso de CaixaBank, la evolución del saldo medio desde diciembre de 2010 hasta el mismo mes de 2012 también ha sido positiva, alcanzando una cuota de mercado del 17,2% en el caso del factoring y de un 19,01% en el caso de los anticipos confirming.

AFI también coincide con las entidades financieras en lo que respecta a la relación proporcional entre descenso de demanda y de crédito comercial. Un descenso que, para la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), "demuestra un cambio de tendencia hacia sistemas de pago al contado".

Menos impagos

A pesar de esta recesión en los descuentos comerciales y del incremento del riesgo derivado de la caída en los volúmenes de ventas y facturación de las empresas, parece que empiezan a percibirse ciertos signos de recuperación en los balances de las compañías.

Algo que se deriva de los últimos datos publicados por el INE sobre el total de efectos comerciales impagados, que descendió en abril un 12,6% con respecto al mismo mes de 2012.

Aunque el dato es positivo, queda aún camino ya que según un estudio elaborado por Crédito y Caución e Iberinform, un 56% de las empresas han sufrido impagos significativos en los últimos 12 meses. El estudio alerta, además, de que, mientras mejora la tasa de morosidad pública, el 14% de las entidades consultadas presentan deudas procedentes de operaciones interempresariales.