Comercio online al revés: el comprador pide lo que necesita
- Cuenta con 400 proveedores profesionales y cubre todo tipo de sectores
EFE
La empresa Biddus quiere darle la vuelta al comercio electrónico proponiendo al comprador que pida los productos que necesita y reciba ofertas de los vendedores. Aseguran que la próxima evolución llegará "por la inversión del modelo".
Biddus, del verbo inglés bid (ofrecer o hacer una oferta), es una startup que ofrece al usuario la posibilidad de proponer qué producto o productos quiere comprar y cuál es el precio que está dispuesto a pagar por ellos. A partir de esos datos, las empresas asociadas al proyecto le envían proposiciones.
"El comprador nos pide lo que necesita, manda su presupuesto y son los vendedores los que mandan sus mejores ofertas. Somos un asistente de compra para consumidores, en lugar de buscar el producto en internet, comparar y saber cuál se adapta más a tus necesidades; hacemos el trabajo por tí a través de los vendedores".
"Al final del proceso es el comprador quien elige con cuál se queda", explica Ruth Puente, directora ejecutiva y fundadora de Biddus.
Biddus funciona con hasta 400 proveedores profesionales y cubre sectores como los electrodomésticos, la electrónica, el mobiliario de hogar, mueves de oficina o productos para bebés. "Una cosa diferencial es que permitimos hacer compra de productos por lotes, lo que provoca la posibilidad de tener descuentos por lotes. Es uno de nuestros grandes atractivos", agrega Puente.
Vuelta de tuerca
Ruth Puente fundó Biddus junto a Juan Ramón Alonso, informático y responsable del apartado tecnológico de la compañía. Ella es arquitecta y trabajaba con licitaciones públicas y concursos.
"Trabajando con este modelo de concurso público, empezamos a darle vueltas a cómo trasladarlo al consumidor para la compra de un producto. De esta manera, el comprador puede dedicar su esfuerzo a analizar su necesidad, y los vendedores tendrían que esforzarse para hacer la mejor oferta", apunta Ruth, convencida de que "la revolución de Internet" vendrá de iniciativas como la suya, que dan "poder al consumidor".
"Estoy convencida de que el mundo del comercio electrónico está cambiando y que la próxima revolución viene por aquí, por la inversión del modelo", agrega.
Por esto, la selección de los vendedores es una de las claves de su modelo. "Les digo que tienen que atender a mis clientes como si fueran personas que entran a una tienda física", explica. En la búsqueda de proveedores han intentado apostar por tiendas pequeñas, aunque también tienen comercios de tamaño medio y grande, e incluso distribuidores mayoreistas.
Aunque comenzaron como una web de subastas "pura y dura", han ido evolucionando hasta este modelo de presupuestos personalizados, ya que permite introducir "más matices" que solo el precio.
"Por ejemplo, en el mobiliario de cocina, el usuario puede preferir pagar un poco más por tener entrega en casa. No siempre gana la oferta más barata", comenta la fundadora de Biddus.
La venta se gestiona siempre desde la web de Biddus, de manera que el usuario no tiene que trasladarse a la web del agente que va a realizar la venta. También contemplan la venta de segunda mano, pero siempre con vendedores profesionales que hayan rehabilitado los productos.
Inversores y apoyos
El proyecto de Biddus arrancó en noviembre de 2013. Buscaron inversores estratégicos y lograron a finales de ese año un acuerdo con los fondos de inversión Big Sur Ventures-Necotium, Digital Assets Deployment y Alantis. Son todos fondos españoles y forman ?parte del equipo?, en palabras de Ruth Puente.
En septiembre de 2014 consiguieron un préstamo participativo de la Empresa Nacional de Innovacion (ENISA) destinado a jóvenes emprendedores.
Forman parte también del programa del Ayuntamiento de Madrid ?Madrid Emprende?, donde comenzaron con un programa de aceleración y trabajan en el vivero municipal de empresas del barrio madrileño de Carabanchel.
"Queremos ser la plataforma de referencia en la que el comprador hace sus pedidos y toma la iniciativa", apunta Ruth Puente, que contempla también salir fuera de España, motivo por el cual su nombre tira de un verbo en inglés. "La ambición es global desde el inicio, en Europa no hay ningún referente claro de este tipo de comercio", finaliza.