España comienza a hablar por primera vez de financiación colectiva en su legislación
- La nueva legislación establece topes que en otros países no existen
El anteproyecto de la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, que regula parte de las actividades de financiación colectiva (crowdfunding), ha traído la primera regulación del sector en España, aunque las asociaciones y plataformas avisan de restricciones excesivas y de que no se ha consultado con ellas a la hora de legislar.
Antes de comenzar ha hablar sobre crowdfunding, conviene distinguir entre los cuatro tipos existentes: equity crowdfunding, préstamos entre particulares, de recompensas o micromecenazgo y de donaciones (ver apoyo).
Las transacciones totales de financiación colectiva a nivel global ascendieron a unos 2.000 millones de euros, y se estima que alcanzaron 3.700 millones de euros el año pasado, según la Red Europea de crowdfunding. En la mayoría de los casos este capital se dirigió al emprendimiento.
Micromecenazgo
La mayor parte de las plataformas de financiación colectiva españolas se dedican al sistema de recompensas o micromecenazgo, por ejemplo Verkami, pionera en España. Este sistema prevende un producto entre varios mecenas. Al igual que las plataformas de donaciones, el crowdfunding de recompensas no se verá afectado por la Ley de Financiación, sino que espera su propia Ley de Mecenazgo en los próximos meses.
Los tipos de financiación colectiva afectados por la Ley de Financiación , a consulta en el Tesoro Público hasta abril, serán el equity crowdfunding y los préstamos entre particulares. En este sentido, Ángel González, cofundador de la consultoría Universo Crowdfunding, avisó de que las plataformas preparan una contrapropuesta a la Ley, ya que consideran que las excesivas limitaciones pueden restar competitividad a la actividad del sector en España.
Para González, la nueva legislación establece topes que en otros países o no existen o son menores.
En primer lugar el importe máximo de captación de fondos por cada proyecto no podrá superar el millón de euros. Además, las aportaciones individuales también se ven limitadas, ningún inversor puede destinar más de 3.000 euros al mismo programa o más de 6.000 euros en varios, durante un periodo de 12 meses.
En Alemania el límite se sitúa en 100.000 euros por aportación, y es el más restrictivo de los países vecinos, criticó el cofundador de Universo Crowdfunding.
González opinó que estas limitaciones pretenden evitar el blanqueo de dinero, pero considera que "se pueden aplicar otras herramientas que no afecten al emprendimiento, de esta forma pagan justos por pecadores. Las limitaciones deberían de estar relacionadas con el patrimonio del inversor", concluyó.
Por otro lado, no todo es negativo en el anteproyecto de la Ley de Financiación . La Asociación Nacional de Crowdfunding considera que es positivo el mero hecho de que exista una legislación para fomentar su actividad.
Otro aspecto que destaca la Asociación es la necesidad de operar vía el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores para asegurar las inversiones, lo que garantiza la seguridad del capital invertido.
Más colaboración
En muchos casos se confunde la gestión de proyectos colectiva, crowsourcing, con la financiación colectiva. En el primer caso los colaboradores del proyecto lo que aportan para que salga adelante es su conocimiento, su esfuerzo o participación activa.
La división entre crowdfunding y crowdsourcing cada día va a menos, según González. Hay plataformas de financiación colectiva, como Goteo que permiten colaboraciones.
El consultor resaltó en este sentido a la plataforma Quirky de Estados Unidos. Esta web de inventores permite exponer proyectos para que la comunidad los mejore (crowdsourcing), una vez la plataforma considera que han mejorado tanto como para ser viables, entonces se plantea su financiación (crowfunding). La ventaja de Quirky es que los inventores que colaboraron en el invento se llevan una parte de la fabricación del producto y de la futura posible producción del mismo.
En cualquier caso, el problema de la legislación en estos sectores es que van por delante de la ley. Estas iniciativas comienzan en una laguna legal, concluyó González.