Jóvenes aunque sobradamente precarios: mucho paro, empleo de segunda y sueldo de tercera
- El paro juvenil supera el 50% en España y el 60% en Andalucía y Castilla-La Mancha
- El 66% de ocupados tienen un contrato temporal y cobran la mitad que la media
Hace unos años, un anuncio de coches puso de moda el acrónimo JASP para referirse a quienes a su corta edad ascendían a puestos importantes en poco tiempo. Eran los famosos jóvenes aunque sobradamente preparados. Hoy sería posible recuperar este acrónimo aunque con un matiz importante: los jóvenes, estén o no sobradamente preparados, sí tienen en general una vida sobradamente precaria.
El primer dato que muestra lo complicado que es para los jóvenes incorporarse a la vida laboral es su tasa de paro. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), el 53% de los menores de 25 años está en paro, una tasa que duplica la media del resto de grupos de edad. Además, en dos comunidades, Andalucía y Castilla-La Mancha, el desempleo afecta a más de seis de cada diez jóvenes.
Y aunque la formación ayuda a encontrar empleo, no es la panacea para la mayoría de jóvenes. Los menores de 25 con estudios superiores tienen una tasa de desempleo del 36%, un nivel que aumenta al 48% para los que han hecho módulos de Formación Profesional y al 49% para quienes sólo acabaron la Secundaria. Quienes no han terminado los estudios básicos tienen realmente imposible encontrar un puesto de trabajo: el paro afecta a más del 75% del total.
Más de un año para encontrar empleo
Otra prueba de esta precariedad es que el 28% de los menores de 25 años en paro llevan más de dos años buscando un empleo y a más de la mitad el periodo de búsqueda le dura al menos un año.
Según el Ministerio de Empleo, hay 391.000 jóvenes apuntados a las listas del paro. De ellos, casi un 85% no cobra ningún tipo de prestación. Sólo 61.500 han cotizado durante el tiempo suficiente para tener derecho a alguna ayuda pública.
En vista de estos datos, la situación de los jóvenes que no trabajan es francamente poco envidiable. ¿Es mucho mejor la de los que sí tienen un empleo?
Parcialidad y temporalidad
La EPA dice que más del 40% de los jóvenes que trabajan tiene un empleo a tiempo parcial, un porcentaje que es 2,5 veces superior a la media nacional. Aunque se podría pensar que en muchos casos es una situación voluntaria para compaginar estudios y trabajo, lo cierto es que de los 300.000 que tienen jornada parcial, más de 224.000, el 72% del total, querría trabajar más horas.
Y si encontrar un empleo a tiempo completo es complicado, tener un contrato indefinido es prácticamente un milagro para los que aún no han cumplido 25 años. La EPA indica que sólo el 32% de los jóvenes asalariados tiene un contrato fijo, mientras que dos de cada tres tienen que conformarse con acumular contratos temporales.
Estas dificultades para encontrar un empleo y la precariedad de los puestos que ocupan tienen una consecuencia inmediata: unos ínfimos sueldos. Como recogía a principios de semana Nada es Gratis, Draghi advirtió hace unas semanas de que los salarios iniciales estaban cayendo a niveles que no se veían desde los años 80.
En España, las estadísticas salariales aún no muestran un descenso a ese nivel pero muestran una más que notable caída de las retribuciones juveniles. Por ejemplo, un estudio del Consejo de la Juventud correspondiente al primer trimestre de 2014 estima en 9.377 euros netos anuales el salario de los menores de 25 años que trabajan. Esta cifra sería aproximadamente la mitad de lo que cobra la media de los ocupados españoles. Además, el boletín elaborado un año antes situaba el sueldo juvenil medio en 11.520 euros netos al año, lo que significa que su retribución ha bajado un 18% en un solo año.
En definitiva, ser joven hoy en día es cualquier cosa menos una ventaja a la hora de encontrar trabajo. Mucho paro, empleos de segunda y bajos sueldos son el día a día de los que no han cumplido 25 años. En este escenario, no es raro que piensen en buscar una oportunidad fuera de España. El único consuelo que les queda es que, con los años, la tasa de paro baja y sueldos, aunque poco, mejoran.