El sorpasso de España a dos países europeos en PIB per cápita pone la guinda a un año excepcional para la economía
- España ha logrado volver al top 15 por PIB per cápita dentro de toda la UE
- El FMI admite que incluso la productividad mostró un importante repunte
- Con todo, España vuelve a superar a la República Checa y Eslovenia
Vicente Nieves
La economía de España acumula ya más de tres años creciendo a un ritmo muy superior que el del resto de la Unión Europea. Pese a que el PIB se ha expandido con mayor intensidad, el PIB per cápita, un indicador que refleja mejor el bienestar de la población, no ha logrado despegar 2024. Esto se debe a que la mayor parte del crecimiento económico del país ha sido producto de un aumento de los factores de producción (crecimiento extensivo), pero no de una mejora de la eficiencia y la productividad (crecimiento intensivo). Sin embargo, la expansión económica en 2024 fue de tal intensidad gracias a la potente generación de empleo y el auge del turismo, que este boom del PIB agregado ha terminado 'goteando' al PIB per cápita, lo que ha permitido que España recupere dos puestos en la clasificación de europea de este indicador para volver al top 15. España ha logrado rebasar en PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (elimina la distorsión que generan los precios) a Eslovenia y la República Checa, dos países que en 2023 estaban por delante.
"España fue la gran economía que más creció en el mundo el año pasado", aseguraban desde Oxford Economics en un análisis publicado a principios de 2025. La masiva creación de empleo en 2024 (unos 468.000 nuevos ocupados), que ha supuesto un aumento de las horas efectivas trabajadas del 1,95%, más un crecimiento de la productividad por hora trabajada del 1,2% (una tasa bastante decente si se compara con la del resto de Europa) ha permitido que el PIB de España creciera el año pasado un 3,2%. Pero no solo eso, el PIB per cápita ha crecido a una tasa del 2,2% logrando, por fin, superar con claridad los niveles de 2019, algo que ha costado sobremanera. Ese aumento del PIB per cápita ha sido uno de los más potentes dentro de Europa tras años de relativo estancamiento.
El desempleo en España en 2024 llegó a caer hasta 10,6% (ha vuelto a superar en 2025 el 11%), una cifra que solo se puede poner en valor si se tiene en cuenta que la tasa de paro llegó al 26,3% en 2013. "El crecimiento del empleo en España ha promediado un 3% anual en los últimos cuatro años, representando casi una cuarta parte de todos los empleos creados en la eurozona durante ese período, a pesar de representar solo el 10% de la economía de la eurozona. Además, la calidad del empleo también ha mejorado, con una reforma laboral en 2022 que prácticamente redujo a la mitad la proporción de contratos temporales", aseguran desde Oxford Economics.
El repunte de la productividad
Desde el FMI explicaban en abril que la economía española ha mantenido un sólido desempeño, impulsada en gran medida por las exportaciones de servicios y la acumulación de mano de obra. La actividad económica en 2024 ha estado impulsada por una expansión continua de las exportaciones de servicios y un repunte de la demanda interna. El consumo privado se aceleró, impulsado por el aumento de la renta real gracias a una desinflación constante, sólidos aumentos salariales nominales en un mercado laboral ajustado y el continuo crecimiento del empleo impulsado por la inmigración. "Dado que gran parte de la expansión pospandemia se basó en la acumulación de mano de obra (crecimiento del empleo), el aumento de la renta per cápita ha sido más moderado, aunque ha repuntado en los últimos años a medida que se aceleró la productividad laboral por hora", sentencian desde el FMI, que también detecta esta mejora en la productividad.
Por el contrario, en Eslovenia y la República Checa, el mercado laboral ha seguido el camino opuesto. Las tasas de paro en ambos países han aumentado en 2024, lastradas por el mal momento de Alemania y la desaceleración económica global, mientras que la economía de ambos países ha perdido ritmo. El crecimiento del PIB apenas ha superado el 1%, mientras que el de la productividad se ha quedado en el 0,5% en el primero y en el 1% en el segundo, allanando el terreno para el sorpasso de España. España ha vuelto al top 15 de renta per cápita de la Unión Europea por su buen hacer, pero también por el mediocre desempeño de sus rivales directos en la tabla. Como se puede ver, el PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo en España alcanza los 36.300 euros, mientras que el de la República Checa y Eslovenia se queda en 36.100, según los últimos datos publicados por Eurostat. En 2023, ambos países estaban por delante de España.
También es cierto que este sorpasso es producto de una coyuntura excepcionalmente buena que ha hecho de 2024 un gran año para la economía de España. Los astros se han alineado para la economía del país ante la creciente demanda de los servicios (turismo sobre todo) en los que España presenta grandes ventajas competitivas y la menor exposición del país a las economías que están perdiendo tracción.
No obstante, hay también otros factores que muestran una mejora estructural: "Las expansiones cíclicas favorables se acompañaron de importantes avances estructurales. Los elevados déficits por cuenta corriente, típicos de la década de 2000, se han convertido en superávits, lo que ha contribuido a una drástica reducción de la deuda externa. Mientras tanto, la deuda privada también ha disminuido de forma constante", señalan desde Oxford Economics.
De este modo, España ha vuelto a entrar en el top 15 de los países con más renta per cápita por paridad de poder adquisitivo de la Unión Europea. Un 2024 excepcional ha sido la causa de este sorpasso a la República Checa y Eslovenia. Sin embargo, todo hace indicar que en el medio plazo, estos dos países volverán a superar a España en este indicador... y no serán los únicos.