Empleo

Las cifras que muestran la preferencia por la semana de 4 días laborables, y ciertas excepciones

  • La mayoría de trabajadores prefiere semanas más cortas
  • 1 de cada 3 dejaría su empleo por otro con este nuevo formato
  • El 56% alargaría sus jornadas para tener fines de semana de 3 días
Foto: Dreamstime.

Iago Eguileta
Madrid,

Con la semana de 4 días laborables ganando adeptos, una parte de los trabajadores actuales admiten que estarían dispuestos a dejar su empleo actual para poder adherirse a ella. Por ejemplo, de acuerdo con una encuesta elaborada por la compañía de búsqueda de empleo Monster en marzo, el 61% de los encuestados afirmaba que prefiere esta semana a la tradicional de 5 días. Además, el 33% dejaría su empleo por otro que le permitiese mantener semanas más cortas.

Un cambio de mentalidad

La experta laboral de Monster, Vicki Salemi, comenta que efectivamente se trata de un porcentaje significativo de personas que forman parte del mercado laboral. Para ella, estas cifras reflejan un cambio de prioridades, y que las personas están reconsiderando cómo priorizan su tiempo y la manera de equilibrar la vida profesional con la personal.

Además, a pesar de los sonados despidos que se han estado dando recientemente en los sectores tecnológico y financiero en países como Estados Unidos, Salemi asegura que muchos empleados sienten la confianza de demandar actualmente más flexibilidad en sus empleos.

Pero advierte de que quizás estas tendencias sean más bien estacionales, por ejemplo de trabajadores que quieren planificar su verano, y que por tanto están interesados en esta semana de 4 días para acomodarse más fácilmente a sus planes. Además, prácticamente el 50% de los preguntados dice que sería más productivo con este cambio, y un 10% aceptaría un menor sueldo con tal de conseguirlo.

Efectos positivos en ambas partes

Tras varias pruebas en distintos países que mostraron su viabilidad, e incluso indicaron la preferencia de varias compañías por implementarla, la semana de 4 días laborables parece estar cada vez más cerca de convertirse en realidad. Es por ejemplo el caso de la organización sin ánimo de lucro 4 Day Week Global, que tras realizar el mayor experimento de este tipo hasta el momento (durante 6 meses) extrajo una serie de conclusiones: los trabajadores afirmaban que se reducía su agotamiento laboral, aumentaba su compromiso y eran más felices en el día a día profesional, con sus vidas personales, con sus relaciones e incluso con sus finanzas personales.

Por su parte, las empresas en general también comentaban que sus beneficios eran mayores, debido al aumento en la productividad y la satisfacción de sus empleados, pues ello se traducía en mayores ingresos y menores cambios de plantilla. Es por esto que algunos legisladores estatales ya intentan incluir la semana de 4 días en sus diferentes territorios.

Además, es posible que esta posibilidad sea también atractiva para empresas que estén pasando por un momento complicado debido al ambiente económico imperante, y que por tanto no sean capaces de proporcionar las subidas de sueldo que muchos requieren para contrarrestar los efectos de la inflación. De hecho, tal y como indica un informe de la empresa de software y datos Payscale, por primera vez en 2022 las compañías que ofrecen esta posibilidad llegaron a superar el 10% del total.

Los problemas del modelo tradicional

La forma de traducir esta fórmula a la práctica puede variar, desde alargar a 10 horas diarias para mantener las 40 semanales, a optar por un total de 32 horas cada semana. Con respecto a lo primero, el trabajo de Monster indica que el 56% está dispuesto a alargar su jornada, si a cambio obtiene un fin de semana de 3 días. Además, más del 33% admite que no son productivos durante los 5 días laborables tradicionales. Esto puede ser tanto aquellos que rinden menos los lunes, como los que optan por relajarse el viernes.

Pero el 53% sí asegura que es productivo durante los 5 días de la semana. También se debe señalar que prácticamente el 40% de los encuestados por Monster prefiere mantener el formato semanal tradicional. Volviendo a Salemi, la misma comenta que: "Mi primer pensamiento es que a estos quizás les preocupe trabajar más horas en esos días, o que puede que duden sobre tener realmente el quinto día libre. Esto implica la necesidad de definir cómo será ese nuevo modelo, para que así estos puedan superar sus dudas".