Elecciones Cataluña 2015

La histórica participación hace patinar las encuestas


    EFE

    Una vez más, las encuestas han marrado sus previsiones aunque en esta ocasión parece que hay un motivo más claro para echarle la culpa. Nadie esperaba una participación tan masiva en las elecciones catalanas, la más alta de la historia, un 77% y nueve puntos más que en los últimos comicios.

    Además de esa participación inesperada, y el "voto oculto" que escondía, hay dos candidaturas que han descolocado todos los sondeos: Ciutadans y Catalunya Sí que es Pot. Los primeros por su magnífico resultado y los segundos porque han defraudado claramente las expectativas.

    El partido de Albert Rivera ha roto todas las previsiones. Prácticamente ninguna encuesta le daba más de 20 escaños en el Parlament. Por ejemplo, el sondeo del CIS le otorgaba un máximo de 20 diputados y ha sacado 25 parlamentarios, 16 más que los que tenía hasta ahora.

    Por contra, Catalunya Sí que es Pot, el experimento de un frente de izquierdas formado por Podemos e ICV-EUiA, se ha llevado un sonoro batacazo.

    A pesar de que Pablo Iglesias había puesto toda la carne en el asador y ha estado en primera línea en la campaña en Cataluña, su lista ni siquiera ha podido revalidar el resultado que obtuvo ICV-EUiA en solitario en 2012.

    En aquellos comicios, el partido de izquierdas consiguió 13 escaños y ahora, junto a Podemos, se ha quedado en 11.

    Las encuestas también se han equivocado por mucho. Le otorgaban hasta 19 escaños y un 13,9 por ciento de los votos y apenas ha rozado el 9 por ciento de los sufragios.

    Algo más afinadas han estado las encuestas con la candidatura independentista de Junts Pel Sí. Prácticamente todos los sondeos adelantaban una horquilla de entre 60 y 66 escaños, y se ha quedado en 62. En la franja baja de lo que decían los estudios demoscópicos.

    La encuesta del CIS, elaborada entre el 30 y el 4 de septiembre pasados, le daba un máximo de 61 escaños, sólo uno menos de los que ha obtenido finalmente.

    Todas las encuestas adelantaban una caída importante de los dos principales partidos nacionales, el PP y el PSOE-PSC, que se ha confirmado en las urnas, aunque con diferentes matices.

    El CIS ha acertado plenamente con el resultado del PSC encabezado por Miquel Iceta: 16 escaños, cuatro menos que los que tenía hasta ahora.

    Algo más optimistas eran las encuestas con el PP que, aunque perdía un buen puñado de parlamentarios, podía llegar a los 13 diputados. Al final ha obtenido 11, ocho menos que en 2012.

    Uno de los claros vencedores de estas elecciones ha sido la CUP. La formación independentista ha pasado de 3 a 10 escaños y ha adelantado a todas las encuestas, que le auguraban unos 8 parlamentarios.

    Unió, después de la ruptura con la CDC de Artur Mas, se ha quedado fuera del Parlamento de Cataluña, aunque la mayoría de la encuestas ya adelantaban esa posibilidad.

    El partido de Josep Antoni Duran Lleida ha obtenido casi 100.000 votos en toda Cataluña -un 2,5 por ciento-, más de 70.000 sufragios sólo en Barcelona.

    Ha sido un resultado algo mejor del que anticipan muchas de las encuestas -el CIS le daba un 1,5 por ciento- aunque claramente insuficiente para obtener representación.

    Si hay una lección que sacar de este 27 de septiembre es que el "voto oculto" y los indecisos han vuelto a dar la sorpresa. Pese a la importancia política y mediática que se le conceden en periodo preelectoral, las encuestas han vuelto a fallar.