Elecciones Generales 26J

Ximo Puig: "Es falso que Sánchez esté en una pseudolibertad vigilada"

  • "Rajoy tiene que cambiar de arriba a abajo para ser creíble"
Ximo Puig, durante la entrevista. Imagen: Guillermo Lucas

Esther Esteban

La entrevista con Joaquim Francesc (Ximo) Puig Ferrer (Morella, 1959), presidente de la Generalitat Valenciana, secretario general del PSPV-PSOE, periodista de profesión y político de vocación, estaba prevista, inicialmente, para celebrarse después del último Comité Federal de su partido, aunque finalmente, por problemas de agenda, se realizó telefónicamente, coincidiendo en el tiempo -¡cosas del destino!- con el esperado encuentro entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy.

Es un hombre extremadamente educado, amable y gran conversador, al que no se le cae de la boca la palabra consenso, y tiene un fino sentido del humor para escabullirse cuando se le recuerda que debe su cargo y condición a Compromís y Podemos, lo que le sitúa en una especie de libertad vigilada. Él niega la mayor, afirma que el Pacto del Botànic ha sido una historia de éxito y no excluye incorporar a la formación morada a su Gobierno, coincidiendo con el primer aniversario.

Es plenamente consciente de la importancia de haber conseguido recuperar para el PSOE una de las joyas de la Corona, lo cual no es un tema menor para su partido, que tiene en la Comunidad Valenciana la segunda federación más importante de España.

Tal vez por eso insiste en que se está usando de forma peyorativa la figura de los barones socialistas para desprestigiar a los líderes territoriales. Dice que Pedro Sánchez no está atado de pies y manos, que debe ejercer su responsabilidad, y que la única opción para el PSOE es liderar la oposición y fortalecerse. Descarta rotundamente la formación de un Gobierno de izquierdas, porque "no hay votos".

Hágame un pronóstico: Finalmente, ¿Rajoy conseguirá los apoyos necesarios para la investidura?

Nunca se puede estar seguro de un pronóstico tratándose de Rajoy. Realmente, lo normal, lo razonable, es que el día siguiente a las elecciones hubiera empezado a negociar para conseguir apoyos lo más rápido posible para que España tenga Gobierno. El señor Rajoy es el encargado de intentar formar Gobierno y, para hacerlo, tiene que cambiar profundamente sus comportamientos, pero ha empezado muy mal. A la señora Merkel sólo le faltaban tres diputados y el mismo día intentó conseguirlos, incluso llegó a formalizar allí un Gobierno de gran coalición. Aquí no es el caso, porque no habrá Gobierno de coalición, pero hay una calma que no tiene un pase.

¿Ese "no, a día de hoy" de Sánchez a Rajoy cumple el mandato del Comité Federal y también abre la puerta a una abstención en la segunda votación de la investidura?

El Comité Federal dejó claro que se diría no a la investidura de Rajoy, y que el PSOE lideraría la oposición. Los ciudadanos nos han situado, desgraciadamente, en la oposición. ¡Ojalá nos hubieran colocado en la realidad de conformar un Gobierno! Pero estamos lejos de eso. Somos el partido mayoritario que debe ejercer la oposición, porque para que haya un buen Gobierno, debe haber una gran oposición.

¿Eso significa que no puede haber diálogo entre Gobierno y oposición?

El diálogo nunca sobra. Tendremos que dialogar con el Gobierno, porque estos meses han sido desperdiciados para los grandes debates que necesita este país, como las pensiones, el déficit, la financiación autonómica, y otras cosas fundamentales que no se han puesto sobre la mesa. El diálogo, por lo tanto, es necesario en cualquier escenario.

Pero, dígame claramente, ¿el PSOE puede abstenerse o no en una segunda votación de investidura?

Es incomprensible que se intente poner el foco donde no está. El foco no está en el PSOE, que es el partido que tiene que liderar la oposición, sino en quien tiene que liderar el Gobierno, que es el PP. Hay votos conservadores suficientes, de centroderecha, para sacar la investidura, y eso sería lo lógico. Otra cosa es conformar Gobierno, y para eso es necesario que haya un diálogo en el que participen claramente el PSOE y otros partidos.

Todos los partidos tienen que asumir sus responsabilidades, pero debe quedar claro que el partido más irresponsable que ha habido en España en los últimos tiempos ha sido el PP, que ha actuado aplicando su rodillo de la mayoría absoluta, y por eso ahora le es tan difícil formar Gobierno, porque no tiene amigos.

Pues si no salen las cuentas, es posible que Rajoy no vaya a la investidura y estemos en un escenario de nuevas elecciones. ¿Sería aceptable?

Un escenario de terceras elecciones no es razonable. El señor Rajoy no puede estar forzando al límite esa posición que todos aceptamos de partida: que no haya elecciones. Está actuando de forma irresponsable, no trabajando intensamente por conseguir su investidura, y dejándolo todo a una especie de despotismo en el que todo el mundo tiene que ayudarle a ser presidente. Quiere que todos le rindan pleitesía cuando no está en condiciones de imponer ninguna exigencia.

¿Me está diciendo que Rajoy está provocando intencionadamente un escenario de nuevas elecciones?

Eso lo sabrá él. Lo que hay que decirle a Rajoy es que haga algo para que le apoyen y poder ser presidente. No puede estar en este ritmo cansino, que lo único que hace es provocar incertidumbre, cuando hay un marco europeo muy complicado, tras el Brexit. Tenemos un problema gravísimo con la deuda, con las pensiones, de tensiones territoriales, etc. No es el momento de marear la perdiz.

¿A usted qué le ha parecido el cambio de criterio de Albert Rivera, que ha pasado de apoyar la investidura de Sánchez a facilitar con su abstención la de Rajoy? ¿Es un caso de travestismo ideológico o simplemente de pragmatismo político?

No estoy de acuerdo con las ortodoxias. Creo que en política todo el mundo tiene que ceder en algún momento. Yo no satanizaré a nadie por llegar a acuerdos, cosa que yo he hecho y que es muy saludable en democracia.

Entonces, siguiendo su argumento, supongo que tampoco satanizará llegar a acuerdos con el PP, que ha presentado un documento de medidas muy amplias, ¿o sí?

Sin entrar en la investidura, creo que la oposición y el Gobierno deben hablar y hay que aprovechar este momento para hacer grandes reformas, en las que PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, y también los partidos nacionalistas, lleguen a acuerdos. Hay que afrontar la reforma territorial, la constitucional, la regeneración democrática y otras muchas cuestiones de gran calado que necesita con urgencia este país. Urge, como le digo, afrontar el tema de las pensiones porque Rajoy, con los mordiscos que le está dando al sistema, lo está poniendo en peligro, lo cual es una gran irresponsabilidad.

Hablando de su partido, ¿Pedro Sánchez tiene las manos libres o los barones le han situado en una especie de libertad vigilada?

El término barones se está utilizando de forma peyorativa para intentar desprestigiar la figura de los líderes territoriales del PSOE, donde hay distintas opiniones, como es lógico, sobre algunas cuestiones. Cuando en el PSOE ejercemos la libertad de expresión se nos acusa de estar divididos, cosa que no ocurre en otros partidos.

En cualquier caso, es evidente que Sánchez tiene legitimidad y tiene la fuerza que le ha dado el Comité Federal para plantear la posición de los socialistas. Es falso que esté en una pseudolibertad vigilada. Los barones no le han impuesto limitaciones, como tampoco las hubo en el pasado.

Vamos, que no tiene las manos atadas y puede asumir su responsabilidad libremente para decidir la posición del partido sobre la segunda investidura...

Pedro Sánchez en absoluto tiene las manos atadas por los barones ni por nadie. Es el secretario general y tiene la suficiente capacidad en un momento determinado para implementar una posición propia que nos represente a todos. Puede y debe hacerlo.

Tal vez, pero en sus dos años de liderazgo siempre ha sentido cerca la sombra de Susana Díaz para 'levantarle' su sillón de Ferraz. ¿Eso ocurrirá en el próximo Congreso?

Eso lo tendrán que decidir los protagonistas del próximo Congreso del PSOE. Ahora lo fundamental y prioritario para el PSOE es la gobernabilidad de España y que se inicie la legislatura. Cuando se celebre el próximo Congreso, los socialistas tendremos que reformular el proyecto socialdemócrata y elegir al líder que lo llevará a cabo. Ahora no es tiempo de enzarzarnos con las políticas de partido que ya resolveremos en su momento.

¿Podemos se puede convertir en la gran fuerza socialdemócrata del país?

En absoluto. La socialdemocracia es el futuro porque el binomio libertad-igualdad es la mejor fórmula para la convivencia, y por eso algunos convenientemente se quieren definir como socialdemócratas sin serlo. Por otra parte, resulta paradójico que los socialdemócratas tengamos menos votos aquí y en toda Europa. Ese es un asunto que debemos plantearnos seriamente, tenemos un gran trabajo de análisis y de toma de decisiones para el futuro en el próximo Congreso.

¿Qué dice cuando oye que quien manda en la Generalitat es ella (Mónica Oltra) y no usted? ¿Eso es cierto?

Quien dice que quien manda es Mónica Oltra y no yo lo que intenta es dividir, porque saben que este Gobierno ha sido un éxito, y nadie daba ni un duro. Éste es el único Gobierno que está funcionando de una manera absolutamente cohesionada, y eso evidentemente le duele a la oposición e intentan dinamitarlo enredando con Mónica y conmigo.

¿O sea, que el 'Pacto del Botànic' es una historia de éxito y también exportable?

De momento, ha sido una fórmula de éxito y la mejor respuesta que se podía dar a la situación política tan complicada que tenía la Comunidad Valenciana. Hemos iniciado un proceso que ha generado estabilidad y honradez cuando todo lo tapaba la corrupción de los Gobiernos del PP, y eso ha funcionado como escenario para una reactivación económica muy importante.

¿Y cómo se consigue que la tolerancia sea cero contra la corrupción en una comunidad que se ha visto tan manchada con esos casos?

La tolerancia cero contra la corrupción es firme. Primero pusimos las medidas preventivas necesarias para hacer muy difícil, casi imposible, que nadie tenga ninguna tentación de volver a manchar la imagen de esta tierra, y después hemos tenido muy claro que no se tolerarán nunca más actitudes tan vergonzosas como las que se han visto aquí.

¿Podemos entrará finalmente en el 'Consell'? Al parecer, se lo están planteando...

Podemos ha sido un socio leal con este Gobierno, ha habido una buena relación, y ahora, cuando se revise el acuerdo, un año después, si ellos revisan su posición inicial, yo no descarto que estén en el Consell. Cuanta mayor solidez tenga el Gobierno, mejor.

Usted está criticando la corrupción, pero en su Gobierno se ha producido ya una dimisión por un caso de nepotismo...

Ha dimitido la secretaria autonómica Dolors Sala, porque desde una fundación que dependía de ella se había contratado a su hija, que por cierto ya estaba previamente contratada, o sea, que no es que haya matado a Kennedy, pero bueno, su dimisión ha sido una decisión personal y se la he aceptado.

Volviendo a los temas nacionales, ¿vamos a una legislatura corta de dos años o, para evitarla, un hipotético Gobierno de Rajoy tendría que hacer cesiones en profundidad?

Si gobierna Rajoy, tiene que cambiar de arriba a abajo para ser creíble, y se tiene que producir una transformación profunda, rompiendo amarras definitivamente con la corrupción. Durante años, el PP ha ganado elecciones dopado electoralmente y eso ha generado, además, otros comportamientos oscuros que hay que corregir para que jamás puedan volver a ocurrir.

Por otro lado, se necesita un cambio de actitud absoluta, empezando por el momento que vivimos, porque no pueden dar la sensación de tener mayoría absoluta y que los demás sólo tenemos que ofrecer flores a Mariano. Eso no es así, y si finalmente es presidente, deberá cambiar su prepotencia, que le ha llevado a no tener a nadie con quien hablar.

Pedro Sánchez le ha advertido que debe emprender un diálogo y una negociación seria basada en propuestas, ni en amenazas ni en chantajes. ¿Ese es el camino?

Sí, claro. Yo creo que todos los partidos deben conocer sus limitaciones. Hay que acabar con la arrogancia, y unos la tienen más que otros. La receta que nos han dado estas elecciones es de humildad y diálogo. A mí me gustaría que se aprendiera del fracaso colectivo que ha significado ir a unas segundas elecciones, y cada uno ahí tiene su cuota parte de responsabilidad. Ahora debemos aprender de los errores pasados, y no podemos continuar en unas posiciones de fundamentalismo, de sólo hablar con el que estoy de acuerdo, porque así no vamos a ningún sitio.

Los ciudadanos no nos perdonarían que no afrontáramos cuestiones fundamentales, con una agenda reformista y transformadora, que tiene que ver con el Estado social, con el mantenimiento de las pensiones, con Europa, con el crecimiento, con la financiación. A eso creo que se refiere Sánchez cuando habla de propuestas y no de amenazas con el espantajo de una nueva convocatoria electoral.

¿Cómo analiza usted que el PSOE haya perdido cinco escaños en España y que, en su comunidad, con todo lo que ha llovido, haya subido el PP en votos?

Los resultados del PSOE son decepcionantes, y en Valencia, aunque hayamos frenado la caída, no hay motivos de satisfacción. En las elecciones, la estrategia electoral del PP les ha funcionado frente a una falta de alternativa, y el miedo ha sido un factor fundamental para que el PP haya subido en votos y en escaños. Ellos han jugado a que la alternativa era o Podemos o Rajoy, y a nosotros nos han hecho invisibles. Además, el Brexit ha creado una incertidumbre generalizada y la gente ha votado al PP buscando una seguridad que yo, desde luego, no veo por ningún sitio.

¿La corrupción del PP está amortizada electoralmente?

Por supuesto que no. Los ciudadanos no pueden olvidar que hay un partido agujereado completamente por la corrupción. Me niego a admitir que los temas que hemos visto se den por amortizados electoralmente.

¿Y cree posible un Gobierno de izquierdas en este momento, tal como Pablo Iglesias le está demandando al PSOE?

No hay suficientes votos de izquierdas en el Parlamento, y por lo tanto ese no es un escenario posible. Nosotros, en el PSOE, lo que tenemos que hacer es fortalecer a la nueva socialdemocracia europea, europeísta y capaz de defender lo mejor. Tenemos que optar por poner en valor el modelo social europeo, pero innovado, avanzado y mirando hacia el futuro. Eso es lo que tenemos que hacer, y las especulaciones sobre el futuro sólo llevan a la melancolía. Hemos decidido pasar a la oposición, y así lo haremos.