Editoriales

Corta remodelación de Gobierno


    elEconomista.es

    Como adelantó elEconomista la semana pasada, el Gobierno presentó ayer a Luis de Guindos como aspirante para relevar a Vitor Constâncio en la Vicepresidencia del BCE. La propuesta de su candidatura es un paso adecuado ante las altas posibilidades que el ministro español tiene de acceder al puesto, en vista de los apoyos clave (como el de Alemania) que lo respaldan y la pérdida de fuerza que sufren los argumentos que en la UE se esgrimían en su contra.

    España se halla así en condiciones de recuperar el peso institucional que merece en la Unión. Ahora bien, la posible elección de Guindos tiene también importantes efectos potenciales en clave de política interna. Sectores del PP ven en la futura marcha de Guindos una oportunidad de oro para que el Gobierno se someta a una remodelación, que no se limite a poner una nueva cara en Economía, sino que afecte a más carteras.

    Pero la resistencia de Rajoy a los cambios apunta a que no habrá movimiento entre los ministros (Isabel García Tejerina o Álvaro Nadal, son los dos candidatos que más suenan), y se limitará a sustituir a Guindos por un técnico, muy en la línea de sus últimos nombramientos. Una remodelación más amplia podría ser mal interpretada por la opinión pública, porque consideraría que está intentando corregir el rumbo de su política. Algo de lo que presume en sus discursos.

    Y más de la política económica, de la que Rajoy quiere hacer bandera en esta legislatura para acudir a la próxima cita electoral frente a Ciudadanos, que le pisa los talones en las encuestas. Hace mal el presidente si no se atreve a remodelar su Gobierno, porque hay carteras como la de Interior, dirigida por Juan Ignacio Zoido, que debería ser relevado por sus torpes actuaciones el 1-O y en la AP-6.