Editoriales
Una buena jugada de Rajoy
elEconomista.es
Rajoy ha cobrado una nada despreciable ventaja táctica sobre las fuerzas independentistas por su modulación en la aplicación del artículo 155. Las medidas quirúrgicas (Soraya Sáenz de Santamaría habló de no intervenir el autogobierno sino de apartar a determinadas personas de sus cargos) dejan satisfechos al PSOE, a C's y, no menos importante, al PNV, que intentó mediar sin éxito para forzar unas elecciones convocadas por Puigdemont.
Evitar la ruptura con los nacionalistas vascos es esencial para que el Gobierno tenga posibilidades reales de elaborar unos Presupuestos para 2018 y, con ello, evitar el adelanto de Elecciones Generales. Pero la ventaja en el conflicto catalán no se limita a evitar que la crisis se extienda a su propio Gobierno.
Con los comicios autonómicos catalanes fijados para una fecha tan temprana, el 21 de diciembre, Rajoy evita alargar incertidumbres de todos tipo y pilla con el pie cambiado y en plenas crisis internas a las fuerzas independentistas y a las que dudan de su posición, como Podem.
En C's, PSOE y PP, sus respectivos candidatos a las autonómicas están claros, pero los soberanistas afrontan la cita hasta con la duda de cómo presentar ante sus votantes su participación en unas elecciones convocados por el Estado español, lo que supondría admitir que la proclamación de la República no es más que otra delirante ocurrencia sin efecto real.
Pero resuelto este dilema, deberán enfrentarse a las heridas abiertas estas últimas semanas, con graves diferencias internas en PDeCat, que amenaza con romperse, y de esta fuerza con ERC y la CUP. Aunque buscarán aire con una frente común con Podem, aún les queda por resolver quién puede encabezar las listas, sin riesgo de inhabilitación.