Editoriales

Un paso necesario de Liberbank


    elEconomista.es
    Gráfico LIBERBANK

    Liberbank ya ha activado la cuenta atrás para llevar a cabo su mega ampliación de capital, con la que busca captar 500 millones. La operación se lanzará en un escenario bursátil muy complicado para la banca europea. A la espera de lo que el Banco Central Europeo deje entrever tras su reunión de pasado mañana, lo cierto es que los analistas creen que la primera alza de tipos de la eurozona no llegará hasta el segundo trimestre de 2019.

    Además, las entidades españolas tienen que enfrentarse a la incertidumbre provocada por la deriva secesionista en Cataluña. En este contexto, es posible el peor de los escenarios, en el que la ampliación de capital de Liberbank acabe suponiendo cerca del 50% de su capitalización, lo que implicaría encajar un descuento del 25% sobre el precio actual de las acciones.

    El banco está dispuesto a asumirlo con objeto de sacar adelante una operación que será clave para reducir el peso de los activos tóxicos inmobiliarios en su balance. Es cierto que el banco ya se afana por bajar ese lastre con movimientos, como el conocido recientemente, consistente en traspasar una cartera inmobiliaria de 602 millones a una sociedad conjunta en la que participan las firmas Bain Capital y Oceanwood.

    Ahora bien, sólo con medidas tan contundentes como la macroampliación podrá elevar sus provisiones hasta los niveles necesarios para acelerar fuertemente las desinversiones. En paralelo, es previsible que el mercado valore esos esfuerzos y se disipen las dudas que pesan sobre la entidad desde junio, tras la intervención de Banco Popular. Sin duda, se trata de pasos dolorosos para el accionista, pero es necesario que Liberbank los dé para reforzar la entidad y recuperar la confianza.