Editoriales
Cataluña y la estrategia de la confrontación
elEconomista.es
El Presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, calificó este sábado la puesta en marcha del 155 por parte del Gobierno de Rajoy como "el peor ataque a las instituciones democráticas de Cataluña desde los tiempos de Franco". En su discurso, acusó a Rajoy de querer liquidar el autogobierno y la democracia catalanas y convocó un pleno del Parlament para "decidir y debatir" sobre este asunto.
Puigdemont tiene la oportunidad de frenar este ataque al autogobierno en su opinión convocando unas elecciones autonómicas de las que saldrían elegidos democráticamente y con todas las garantías gobernantes e interlocutores de Moncloa. Sin embargo, su portavoz y conseller de Presidencia, Jordi Turull, aseguró ayer que los comicios "no están sobre la mesa". Es obvio que la alternativa que sí está en el tablero es la Declaración Unilateral de Independencia (DUI).
Puigdemont sigue con su juego de provocaciones y en busca de la confrontación permanente en vez de intentar zanjar el conflicto- Primero desaprovechó la oportunidad de dialogar solo con admitir que la independencia estaba suspendida y ahora renuncia a los comicios.
Con los presidentes de Omnium y de ANC en la cárcel y su posible detención tras la DUI, los independentistas tienen gasolina par alimentar su victimismo en espera de que Rajoy vuelva a meter la pata tras la aplicación del 155 para provocar mayor desgaste.
Su estrategia es alargar el conflicto para atraer la atención internacional y, en última instancia, ganar por goleada las próximas elecciones. Lo malo es que, entretanto, y sobre todo si declara la DUI, provocará que la larga lista de empresas que emprenden el camino de salida se agigante. En su mano está evitarlo.