Álvarez-Pallete define su estrategia

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, designa a Ángel Vilà como consejero delegado. El hasta ahora director de Estrategia y Finanzas de la operadora se convierte así en el número dos de la compañía en un movimiento que tranquilizará a los analistas, críticos por la ausencia de un cargo recomendable en las grandes multinacionales.

Pero Álvarez-Pallete no se conforma solo con el guiño que hace a los mercados, sino que también anuncia un completo rediseño en el esquema organizativo de la compañía, para agilizar la toma de decisiones. Tras año y medio en el cargo, a nadie puede extrañar que el presidente se decida ahora, una vez asentado, a tomar decisiones de semejante calibre.

Además, la reciente baja voluntaria del consejo de su predecesor, César Alierta, le consolida en el cargo y le da vía libre para implantar su propio modelo de gestión. Por tanto, y más allá de decisiones previas como la de bajar el dividendo, es ahora cuando Álvarez-Pallete se encuentra en condiciones de abordar de frente los retos que tiene la empresa.

La reordenación de la cúpula confirma la apuesta de la teleco por la diversificación como camino que debe seguir una compañía cuyo rol en el mundo digital debe ser mucho más amplio que el de una operadora. Aunque el nombramiento del responsable financiero, que en el pasado valoró la idoneidad y rentabilidad de todas las operaciones de compra efectuadas, demuestra hasta qué punto es prioritario en esta nueva etapa disminuir la deuda, que asciende a 48.700 millones.

Consciente de la magnitud del reto, Álvarez-Pallete define su estrategia y manda una clara señal de que el futuro no pasa por crecer vía adquisiciones, sino por sanear, consolidar y potenciar lo que Telefónica ya posee.