La posición de ventaja que ACS presenta

La situación financiera de ACS dista mucho de la de 2007. Si hace diez años arrastraba una deuda de 16.575 millones, ahora los analistas esperan que en 2019 se convierta en la primera firma de infraestructuras española con caja en 16 años. La culpa de este cambio descansa en la venta de activos, que en cinco años ha originado desinversiones por 11.950 millones.

Por si fuera poco, los expertos consideran que ACS también es capaz de reducir deuda de forma orgánica. La situación de privilegio que ya presenta en la actualidad (el pasivo asciende a 1.200 millones) la coloca en posición ventajosa ante los planes de inversiones en infraestructuras del Gobierno de Trump. Aumentar la cartera en EEUU incrementará el negocio y ayudará a reducir aún más la deuda.