El positivo aperturismo de México
elEconomista.es
Turismo, el gran motor de la economía mexicana fue el título bajo el que elEconomista celebró ayer un almuerzo empresarial protagonizado por el principal representante de este sector en el Gobierno del país azteca: el secretario (cargo equivalente a ministro) Enrique de la Madrid. Era inevitable que el acto estuviera marcado por la inminente toma de posesión de Donald Trump como presidente de EEUU, especialmente en una semana en la que volvió a reafirmar su tendencia a crear polémicas a golpe de tuit, muchas de ellas relacionadas con México. De la Madrid evitó caer en la ingenuidad de quienes siguen viendo en Trump meramente un agitador.
Muy al contrario, el político mexicano instó a no dudar de que el nuevo presidente "cumplirá lo que dice". Debe, por tanto, tomarse en serio el grave riesgo de un resurgir del proteccionismo, capaz de generar nocivas guerras comerciales, de las que ya alertan el FMI o el Foro de Davos. Con todo, De la Madrid evidenció que esa amenaza no paraliza a México, pese a los estrechos vínculos con EEUU.
Es más, su sector tiene flexibilidad suficiente para sacar partido de uno de los efectos que la victoria de Trump ya provocó: la depreciación del peso. No en vano, la debilidad de su moneda ofrece la oportunidad de fomentar el turismo de los mexicanos en su propio país (que es aún el mayoritario), mientras que el tipo de cambio beneficioso pare el dólar y el euro resulta atractivo a ojos de los visitantes procedentes del resto del mundo. Ese aperturismo rebasa el sector turístico y se extiende a ámbitos tan importantes como el automovilístico o el energético, lo que permite convencerse, como De la Madrid mostró, de que el sector exterior mexicano no se agota en EEUU.