Editoriales

Las empresas requieren estabilidad

    El presidente de la Generalitat, Artur Mas.

    elEconomista.es

    Con frecuencia, ante la subida de temperatura del debate soberanista en Cataluña, se ha criticado que, dejando a un lado notables excepciones, el empresariado catalán no ha mostrado una posición clara y bien definida. Sin embargo, lo cierto es que cientos de empresas de esa comunidad autónoma llevan años demostrando cuál es su punto de vista por la vía de los hechos. En concreto, más de 1.500 firmas han abandonado Cataluña para instalarse en Madrid desde el año 2010.

    En los últimos cinco años, muchas cosas han cambiado en Cataluña que han puesto las cosas difíciles para los empresarios. En primer lugar, la Generalitat ha respondido al auge de la crisis aumentando al máximo la presión fiscal sobre los ciudadanos, al tiempo que mantenía la muy enmarañada regulación en materia de permisos y regulaciones desarrollada en los últimos años.

    No obstante, el factor decisivo, de acuerdo con los expertos, se encuentra en la manera en que el soberanismo catalán se ha embarcado en una escalada de tensión que ha culminado, este mes, con la creación de una lista única en pro de la secesión, en la que se han integrado CDC y ERC. Más allá de las especulaciones sobre si realmente esas formaciones buscan una declaración unilateral de independencia, tras las elecciones de septiembre, lo cierto es que el planteamiento de ese órdago ya ha lastrado a la sociedad catalana en su conjunto y, en especial, a sus empresas que están sufriendo las consecuencias.

    Urge recuperar la estabilidad en una región fundamental para la economía española; con ese objeto, es ineludible que el presidente Mas abandone su maximalismo y que, por su parte, el presidente Rajoy se muestre dispuesto también a construir puentes.