Editoriales
Unas objeciones previsibles del FMI
elEconomista.es
El FMI demostró ayer que la ya muy cercana posibilidad de alcanzar un acuerdo que evite el impago soberano de Grecia (que hoy discutirá de nuevo el Eurogrupo) no implica que el pacto vaya a ser fácil de conducir. Las cesiones de Atenas aún no convencen al Fondo, que desconfía del efecto que tendrán medidas como subir el IVA, y que incluso ha enviado a un emisario sin capacidad de decisión a las reuniones en Bruselas.
Resulta lógico que el FMI se sienta incómodo en unas negociaciones que el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, ha querido llevar al terreno político, centrándose en sus acreedores europeos. No debe, por tanto, exagerarse el alcance de estas objeciones y dar por descarrilado un acuerdo, deseable, que aún es alcanzable.