Editoriales

La muestra de una táctica fiscal errónea


    elEconomista.es

    De decepcionante merece tildarse el rendimiento del impuesto de Loterías, el tributo que, desde 2013, grava los premios superiores a 2.500 euros concedidos en las apuestas que el Estado regula.

    No en vano han sido necesarios 25 meses para que ingresara 824 millones, es decir, la cantidad que Hacienda esperaba ver entrar cada año en sus arcas gracias a este gravamen.

    Sus efectos han sido de manual, en cuanto a muestra de cómo una subida impositiva a partir de cierto límite, lejos de aumentar la recaudación, retrae la actividad o la demanda. Pese a lo bien conocida que es esa consecuencia, la presente legislatura ha estado marcada por la aplicación de una táctica fiscal de ese tenor, que todavía el Ejecutivo no ha revertido.