Editoriales

Editorial: El problema es la población activa



    Por primera vez desde el inicio de la crisis, el número de parados se redujo en 2013, según la EPA. Este resultado constata el cambio de tendencia que se observaba en los últimos meses. La noticia está llena de claroscuros, como muestra el hecho de que siga subiendo la tasa de desempleo (26,03%). La razón estriba en que, aunque afortunadamente hay 69.000 parados menos frente a los 691.700 parados más de 2012, el número de personas en disposición de trabajar -la población activa- se ha reducido en 267.900.

    Perder población activa es un grave problema pues lastra la recuperación, sobre todo cuando el deterioro se produce por la marcha de los jóvenes más preparados en busca de oportunidades fuera; por el regreso de los trabajadores extranjeros a sus respectivos países y por el desaliento de quienes ya no confían en encontrar trabajo. La EPA ilustra esto con dos datos: casi un 50% de desempleados lo son de larga duración y un 15% de los 5. 896.300 parados son menores de 25 años.

    Aparentemente Madrid es la autonomía con peor resultado en 2013, porque es la única donde aumentó el número de desempleados, en lo que influye su mal año turístico. Pero subió la afiliación a la Seguridad Social -el termómetro de la creación de empleo- y la población activa, lo que indica que hay un mercado de trabajo más activo que en otras CCAA.

    Los empleos que se han creado adolecen de un exceso de temporalidad. Signo inequívoco de que hacen falta más políticas activas de empleo y más cambios en el mercado laboral y en los sistemas fiscal y de pensiones. La reducción del paro en 2013 marca un punto de inflexión, que empaña la importante caída de la población activa.