Editoriales

Editorial: La rentabilidad se hace esperar



    Las buenas noticias sobre las entidades financieras que lideran las mayores subidas en bolsa no pueden ocultar que el sector todavía afronta importantes retos. El principal es mejorar su rentabilidad, actualmente en niveles muy bajos. En el tercer trimestre de 2013, después del durísimo ajuste del año anterior, la rentabilidad se situaba en el punto más bajo de la serie histórica.

    La limitación del interés con que las entidades remuneran a sus clientes por los depósitos -propiciada a principios de año por el Banco de España para facilitar su negocio- no ha hecho efecto, a pesar de que el tipo medio ponderado de los depósitos bajó en septiembre al 1,74%, mientras doce meses antes era del 2,84%.

    La razón es que este descenso de las retribuciones a clientes no contrarrestó la caída de la rentabilidad del crédito, donde reside el negocio tradicional de los bancos. La diferencia entre lo que se ganó por los préstamos y lo que se pagó por los depósitos arrojó un margen mínimo de 0,819%.

    En el último trimestre de 2013 la retribución de depósitos siguió bajando, pero también se produjo una caída cada vez más pronunciada de la prima de riesgo y un ligero repunte del consumo. Con toda probabilidad esta mejoría repercutirá en una mayor rentabilidad que continuará este año. También favorecerá el negocio bancario la reducción del número de entidades, lo que representa menos competencia en medio de un clima de mayor confianza sin problemas para obtener financiación. Hasta hace poco las entidades españolas sólo podían llamar a la puerta del BCE. Falta que disminuya el elevado el nivel de morosidad y entonces aumentará el crédito y la rentabilidad, aunque la estabilidad todavía tardará en llegar.