Editoriales

Editorial: El Gobierno enjuga el déficit con los ahorros de las pensiones



    Hace exactamente un año el Gobierno anunciaba que autorizaría el uso de 3.000 millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social -la hucha de las pensiones- para cubrir necesidades de tesorería. Ayer la ministra de Empleo, Fátima Báñez, reconoció en el Congreso que ese fondo, que disponía en septiembre de 2012 de 69.200 millones de euros, cerrará 2013 con 53.200 millones. La Seguridad Social se ha comido en dos años 24.000 millones de sus reservas -se ha echado mano también de 5.000 millones del Fondo de Prevención- y prevé que hasta 2016 el déficit acumulado del sistema alcanzará los 36.500 millones, un tercio de su presupuesto actual. Esta situación es fruto de la pérdida de 3,1 millones de afiliados por la destrucción de empleo desde que empezó la crisis y de no haber hecho nada para paliarlo, más que echar mano a la hucha. El cambio en el sistema de revalorización de las pensiones y la puesta en marcha del factor de sostenibilidad se ha aprobado este mes y entrarán en vigor en 2014 y en 2019, respectivamente.

    El Gobierno no puede argumentar que desconocía cómo estaba incidiendo el paro sobre la afiliación a la Seguridad Social ni que ignorase que mientras se ha perdido un 16 por ciento de cotizantes el número de pensionistas se ha incrementado en 500.000. Razones más que suficientes para haber actuado desde el inicio de la legislatura. No fue así y por eso resulta difícil creer que, como se dice ahora, en 2014 sólo se vayan a utilizar 6.000 millones de la hucha de las pensiones. El propio Gobierno reconoce que en 2012 sacó 7.000 millones y este ejercicio, alrededor de 10.500. Las promesas de Rajoy sobre las pensiones son papel mojado y ahora tiene que desdecirse de sus palabras.

    La evolución de la Seguridad Social y el reparto de la reducción del déficit sugiere que el Estado está cargando la corrección del déficit sobre las pensiones. Montoro, como venimos denunciando desde estas páginas, se ha quedado sin herramientas para embridar el agujero presupuestario por negarse a acometer las necesarias reformas fiscal y de las Administraciones Públicas. El próximo año, a la Seguridad Social le corresponde bajar en tres décimas su déficit sobre 2013, mientras que el Estado tendrá que hacerlo sólo en una décima. A esto se une que el Estado reduce en 2.000 millones -de 15.000 a 13.000 millones- las transferencias que hará en 2014 para financiar pagos que hace la Seguridad Social pero que no le corresponden. Por ejemplo, el complemento que se da a las pensiones que no llegan a 600 euros o las pensiones no contributivas. Cargar el esfuerzo sobre el sistema de pensiones y recurrir al Fondo de Reserva permite gastar más y reducir déficit sin que contabilice como tal. Desde que comenzó la crisis, el Estado se ha financiado con la hucha de las pensiones, ya que está invertida prácticamente en su totalidad en deuda pública española. Pero desde 2012 se ha dado un paso más, al utilizar directamente los ahorros del sistema para paliar la falta de liquidez sin hacer recortes de gasto ni reformas impopulares. Por esta vía Hacienda cumplirá el objetivo de déficit y reducirá impuestos, tal como ha anunciado, un año antes de las elecciones. Lo que no va a conseguir el Gobierno es dar confianza a los pensionistas y afianzar el futuro del sistema. No sirven reformas a trozos, aunque está bien que se cambie el método de revalorización o se piense en flexibilizar los planes de jubilación. Los ahorros generados por empresarios y trabajadores se deben utilizar para transitar a un modelo sostenible y no para enjugar el déficit del Estado.