Editorial: Portugal lucha por no convertirse en Grecia
La decisión del Constitucional portugués obliga a acometer nuevos recortes presupuestarios por 1.300 millones en sanidad, educación y pensiones. Bruselas advirtió ayer que no hay alternativa a cumplir el objetivo presupuestario, salvo que Portugal quiera convertirse en una segunda Grecia. El dilema del país vecino es fruto de la pérdida de soberanía por la pertenencia al eurogrupo que los constructores de la Eurozona olvidaron explicar. Un defecto más en la creación del euro, en la que tanto quedó por hacer. No parece que vaya a suceder algo similar en España, pero todo indica que la Eurozona debe acelerar su integración, porque los tribunales se limitan a aplicar la legislación y si esta no está armonizada siempre se pueden dar situaciones como la portuguesa.