Las dificultades que encontró ayer la presión compradora para seguir sosteniendo el rebote acumulado a lo largo de las últimas sesiones puso de manifiesto la falta de contundencia de los alcistas en el Viejo Continente y la dificultad que tienen para poder superar resistencias de una relevancia sustancial.
Las bolsas europeas se enfrentaban ayer a su particular hora de la verdad. Tras una semana y media en la que los alcistas habían tomado el control y habían llevado a los principales índices a sus primeros niveles de resistencia, ayer, demostraron su incapacidad para superar ciertas cotas como son los máximos de la semana pasada en el EuroStoxx.
Sin ese hito (superar los 3.270 o a lo sumo los 3.315/330 puntos del Eurostoxx 50 y los 9.315 puntos del Ibex), "no se podrá comenzar a pensar en un escenario de reestructuración alcista", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
"Lo visto hasta el momento se puede considerar un rebote del todo normal y sigue encajando a la perfección con un escenario de continuidad bajista en próximas semanas", analiza el experto. "De hecho, llama la atención la debilidad que está mostrando la principal referencia alemana, incapaz de superar los máximos que marcó la semana pasada en los 11.700 puntos", asegura.
Todo ello se produjo antes de conocerse que la decisión tomada en la última reunión del Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés), que pasó sin pena ni gloria entre los inversores. Y es que, sin saltarse el guión, los nueve mandamases encargados de decidir la política monetaria del país decidieron de forma unánime mantener los tipos de interés sin cambios en un rango de entre el 2% y el 2,25%.
Este movimiento dejó fríos a los parqués del otro lado del Atlántico, que acabaron cerrando, por debajo de la resistencia teórica y de giro potencial correspondiente a una recuperación de dos terceras partes de la anterior fuerte caída.
Superar esos niveles -los 7.320 del Nasdaq 100 y los 2.810-2.825 del S&P 500- advertiría de que "podríamos estar ante algo más que un simple rebote por sobreventa y perdería enteros la hipótesis que defendíamos de ver una próxima caída hacia los mínimos del año en EEUU", explica Cabrero.
Sin embargo, por ahora no se han logrado superar dichas cotas, y una vez pasada la euforia con la que se celebraron las elecciones a la Cámara de Representantes y al Senado en EEUU parece complicado que esto se pueda conseguir.