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Cepsa confía en volver al Ibex 35 en 2019

  • La petrolera vuelve a la bolsa este mes, siete años después de su marcha
  • La firma ha anunciado que cotizará entre los 13,1 y los 15,1 euros
  • Ha anunciado un dividendo de 450 millones a cargo de 2019
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Cepsa regresa al parqué bursátil en menos de dos semanas y su retorno supondrá la vuelta de un clásico a la bolsa española. La compañía, que arrancará en el parqué a un precio entre los 13,1 y los 15,1 euros por acción, capitalizará entre 7.010 millones y 8.081 millones de euros, un tamaño similar al que tienen actualmente Banco Sabadell, Bankinter y Mapfre, y que la dejaría aproximadamente como la vigésima compañía del Ibex 35 por su capitalización bursátil. Fuentes de la compañía destacan a elEconomista que la idea que se maneja es un pronto regreso al selectivo de referencia en España; tanto, que incluso no se descarta por completo que pueda volver al índice en la próxima revisión, que tendrá lugar en diciembre.

Esto podría ser prematuro, ya que existe una norma por la cual si una empresa lleva menos de dos meses cotizando, debe situarse para entrar al índice entre las 20 primeras según el capital flotante que considera el comité del Ibex. Lo que está claro es que la firma pretende regresar al selectivo en algún momento de 2019, probablemente an-tes de la mitad de año. Para ello es clave la liquidez (además del mínimo de capitalización, es el criterio clave que se exige a las empresas para formar parte del selectivo), un factor que se va a ver muy influenciado por el tamaño de los paquetes accionariales que se vendan en la salida a bolsa: cuanto más grandes sean estos, más difícil será que la liquidez sea mayor, y viceversa.

Un dividendo acorde con el sector

Buena parte del atractivo que pueda tener Cepsa para el inversor, además del descuento frente a sus comparables con el que salga a bolsa (según el multiplicador de beneficios de las grandes petroleras europeas y las ganancias de Cepsa de 2017, la empresa saldrá con un descuento de entre el 24 y el 34%) se encuentra en el dividendo que reparta la compañía.

En este aspecto, la retribución que ha anunciado la firma es acorde con la que reparten las grandes petroleras integradas del Viejo Continente, que no son precisamente cicateras a la hora de retribuir al accionista: la media de las diez firmas europeas más grandes retribuirá por la vía del dividendo un 5,04% en 2019, según el consenso de mercado que recoge FactSet, y un 5,52% en 2020, rentabilidades inferiores incluso a la que ofrecería Cepsa si el inversor la comprase en el rango alto que se baraja para la salida a bolsa. En concreto, a los precios a los que se ha anunciado la salida, en 2019 será del 5,5% para quien la compre a 15,1 euros y del 6,42% si se compra a 13,1 euros.

Según el payout que ha anunciado la firma, pagará 450 millones de euros (un 60% del beneficio de 2017, de 743 millones de euros) con cargo a 2019 y 475 millones para el año siguiente, con un incremento del 5 por ciento interanual para 2021, cuando la empresa estima que el payout supere los 500 millones de euros. Fuentes de la compañía destacan que el beneficio que estiman hasta el año 2021 estará totalmente ajustado con el reparto del dividendo y con las inversiones que está acometiendo y acometerá la empresa, como por ejemplo la renovación de su refinería de Algeciras, de cara a adaptarse a la nueva regulación de la Organización Internacional Marítima, que por sí sola supondrá en torno a 1.000 millones de euros. Será a partir de 2021 cuando la firma planea empezar a recibir los frutos de esas inversiones, explica la empresa.

El dividendo de Repsol

En su política de retribución, Cepsa parece querer ser un reflejo del resto de petroleras europeas, como puede ser el caso de Repsol.

Con la actualización de su plan estratégico en junio de este año, esta última reformuló su política de dividendo tras varios años de ajustes en los que ha realizado un esfuerzo sustancial para reducir su apalancamiento. Bajo su nueva hoja de ruta la compañía seguirá empleando la fórmula de pagos en scrip, pero ahora recomprará las acciones emitidas para evitar la dilución al accionista.

Además, la compañía se ha comprometido a elevar su dividendo por acción desde los 0,9 euros comprometidos con cargo a 2018 hasta el euro esperado para 2020. Con estos pagos la rentabilidad de la retribución de la compañía dentro de dos años se elevaría hasta el 5,9 por ciento, situándose en el rango alto de las políticas de retribución del sector, que ofrecen de media un 5,5% en 2020.

Los analistas ven espacio para que pueda mejorar sus pagos. "Con unos precios altos del petróleo beneficiando el negocio de producción y una perspectiva relativamente atractiva para el margen de refino, el entorno parece extremadamente positivo para Repsol. Se ha comprometido a incrementar un 8 por ciento anual su dividendo hasta 2020 y tiene confianza en que puede hacerlo hasta con el crudo en 50 dólares. Con precios más altos y un endeudamiento bajo esperamos un buyback extra y prevemos retornos para el accionista por encima del 7 por ciento en 2019 y 2020", señalan en Berenberg.