Un buen puñado de dividendos de primavera han sido ya repartidos a lo largo del mes de abril en Europa, pero aún quedan muchos pagos atractivos por atrapar en mayo y junio. Pagos que, además, han engordado: en los próximos dos meses, las grandes cotizadas europeas repartirán 54.118,2 millones de euros, un 6,9% más de lo que distribuyeron en las mismas entregas de 2017.
Estos dividendos vienen avalados por las buenas recomendaciones que reciben por parte del consenso de mercado que recoge FactSet: de las 33 compañías que pagarán próximamente, 24 (es decir, casi el 73%) lucen un comprar. Y ocho de ellas -la mayoría, del sector financiero- ofrecen rendimientos superiores al 4%. Son Intesa SanPaolo, Axa, BNP Paribas, Société Générale, Sanofi, Deutsche Telekom, BMW y Allianz. A abultar su rentabilidad contribuye el hecho de que -al menos en estos ocho casos- se trata de su pago único anual, de modo que aglutina toda la rentabilidad que ofrece cada valor con cargo al beneficios del pasado ejercicio.
El crecimiento de las ganancias ha apoyado el aumento de la retribución en Europa. El conjunto de cotizadas del EuroStoxx 50 elevó sus ganancias netas un 37% en 2017, hasta los 187.000 millones de euros, y se espera que la cifra crezca un 12% adicional en el presente ejercicio, hasta rozar los 210.000 millones.
Intesa SanPaolo es, con su 6,4%, líder del dividendo del EuroStoxx 50, a pesar de situarse entre los valores más alcistas en un año en el que remonta un 15%. Su rentabilidad se concentra en su tradicional entrega única, que suele abonar en mayo y que este año ha elevado hasta los 0,203 euros por acción desde los 0,178 euros de 2017. Para repartirlos, el banco italiano tendrá que desembolsar 3.220 millones de euros, 400 millones más que hace un año. Lo hará el 23 de mayo y para cobrarlo es preciso tener los títulos en cartera antes del día 21.
Por detrás del de la entidad encontramos otro de los grandes pagos europeos, el que cada mes de mayo realiza la aseguradora Axa, cuyos 1,26 euros rentan un 5,4%. Más cercano en el tiempo, se pagará el próximo día 7 y la fecha de corte -el día desde el cual los títulos ya cotizan sin derecho a dividendo- es el jueves, día 3. Por ello, quien quiera cobarlo debe comprar el próximo miércoles, cuando el mercado abra tras la celebración del 1 de mayo.
En tercer lugar encontramos a BNP Paribas, cuya entrega –una vez más, la única anual– ofrece un 4,8%. La entidad francesa es una de las compañías clave para entender el aumento de la cantidad destinada a dividendos en mayo y junio entre las grandes europeas: desembolsará 3,02 euros por título el 1 de junio, lo que implica dedicar a remunerar 3.770 millones de euros, un 12% más que en 2017. Al igual que Intesa y Axa, la francesa luce un consejo de compra por parte del consenso de mercado. Empatada en rentabilidad y en fechas con su compatriota hallamos a Société Générale, que entregará 2,2 euros por acción entre sus inversores.
Otro empate técnico es el de Sanofi y Deusche Telekom, con sendos 4,6%. Más cercano en el calendario es el de la farmacéutica, que el 15 de mayo pagará 3,03 euros por título; quien desee embolsárselos debe entrar en el valor antes del día 11. La teleco le tomará el relevo el 22 de mayo, con fecha de corte el 18 del mismo mes.
Todavía por encima del 4% se sitúa el reparto de Allianz. La aseguradora alemana entregará 8 euros por título, cifra que supera en un 5,2% a la del año pasado (7,60 euros).
Al igual que Intesa y BNP, Volkswagen y Safran son fundamentales para entender el alza de la cifra destinada a retribuir. El fabricante de coches pagará algo más de 800 millones de euros, casi 400 millones más que en 2017; y la tecnológica francesa incrementará la cifra en más de 300 millones. Su pagos rentan un 2,4% y un 1,8%, respectivamente.
Entre las 33 compañías que remunerarán a sus inversores en los dos próximos meses, solamente dos, Engie y Deutsche Bank, recortan el importe de sus pagos. También son minoría, por otro lado, las recomendaciones de venta entre estas cotizadas: de hecho, sólo Deutsche Bank carga con un vender, del que no consigue deshacerse desde hace dos años.