El año bursátil ha comenzado fulgurante en Wall Street. Ya el miércoles se materializó la primera triple corona del año y el jueves el Dow Jones consumó la conquista de los 25.000 puntos a la vez que el resto de índices le acompoñaban en sus nuevos máximos históricos.
Así, finalmente el indicador industrial ha cerrado 75 puntos por encima de dicha cota tras anotarse un 0,61% en la que ha sido su mejor sesión desde el 30 de noviembre. Por su parte, el S&P 500 se ha apuntado un 0,4% hasta los 2.723 enteros y el Nasdaq 100 un ligero 0,13% hasta situarse sobre los 6.584 puntos básicos.
Desde el punto de vista técnico, esto no varía nada el escenario que se favorece en los índices de Wall Street. "Se mantiene la subida libre absoluta de todos sus indicadores, que es la situación más alcista que existe", explica Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader.
El índice, que cuenta ya con más de 120 años de vida, ha tardado sólo 23 sesiones en sumar el último millar de enteros a su haber, una marca histórica, que tira por tierra las 24 jornadas requeridas para tocar los 21.000 el pasado marzo o los 11.000 en mayo de 1999.
"A día de hoy no veo un límite en el horizonte", reconoce Peter Costa, presidente de Empire Executions, quien haciendo alusión a factores como la reforma tributaria y la fortaleza de la economía, considera que el momento alcista es imparable. "Quizás veamos pequeñas correcciones, pero será necesario un catalizador importante para frenar la racha", añade. Una dinámica que ya observamos a lo largo de 2017 y que parece dispuesta a culminar el noveno aniversario de alzas para la renta variable americana.
De momento, el efecto de su rebaja del impuesto de sociedades hasta el 21% y los incentivos a la repatriación de beneficios, con un gravamen que oscilará entre el 15,5 y 8%, se han convertido en las turbinas que impulsarán las cuentas de muchas compañías, con la promesa a su vez de fomentar el crecimiento, los salarios y el consumo, aunque esto todavía está por ver.
A la espera de próximos logros legislativos, los operadores, inversores y analistas centraron su atención en el blue chip que más ha contribuido a la última hazaña histórica del Dow: el fabricante aeronáutico Boeing. Esta compañía se ha revalorizado más de un 95% en el último año llegando a sumar hasta 960 puntos al indicador según datos cotejados por Howard Silverblatt, el veterano experto de S&P Dow Jones Índices.
Ya con el resto de indicadores, la compañía que ha comenzado 2018 como un tiro ha sido Micron Technology. El fabricante de chips ha sumado casi un 15% en sólo tres sesiones, liderando a la tecnología estadounidense.
Eclipsados por la hazaña histórica del Dow Jones, el euro y el crudo también han cotizado en sendos máximos (no históricos) en la jornada del jueves. La divisa comunitaria ha vuelto a rebotar con fuerza pese al buen dato de empleo privado revelado en Estados Unidos, el cual ha superado las expectativas del mercado. Así, el cruce entre las dos grandes monedas mundiales ya se encuentra en el entorno del 1,207 dólares por euro.
Por su parte, el petróleo, que lleva varias sesiones acechando los 68 dólares, ha marcado un nuevo alto de los últimos 3 años tras anotarse otro 0,2% en la sesión.