Los fantasmas del pasado en forma de debilidad vuelven a resurgir en el mercado de renta variable español. En la sesión de ayer, el índice de referencia del país, el Ibex 35, volvió a las andadas y se mostró incapaz de moverse al alza y de seguir el rebote que sí se vio en el resto de plazas europeas.
En esta ocasión, su retraso respecto al resto de selectivos continentales vino de la mano del mal comportamiento que registraron las entidades financieras
A pesar de que siga abierta la posibilidad de ver un contraataque alcista (aún no ha perdido soportes) "lo visto a corto es de todo menos algo positivo para la renta variable española", asegura el director de estrategia de Ecotrader Joan Cabrero. Y es que, el selectivo no está logrando formar un rebote desde los mínimos de la semana pasada
"La perdida de los 9.800-9.889 puntos abriría la puerta a ver caídas que podrían rondar el 10%", asegura Cabrero, que afirma que una perforación de esta cota acarrearía "una disminución de nuestra exposición a la renta variable española". Y esta cota se encuentra a sólo un 1% de distancia de los niveles de cierre de ayer en el mercado español.
Una situación muy diferente a la que vive el resto de selectivos europeos, que si han logrado confirmar un rebote desde los mínimos de la semana pasada. Ayer, las bolsas del Viejo Continente, superaron los máximos de la semana pasada y se alejaron de sus soportes (3.520 del EuroStoxx y los 12.850 del Dax 30 alemán) que siguen marcando el límite máximo de caída que no debe perderse si se quiere seguir confiando en un contexto alcista.
Ahora, el EuroStoxx debe superar la resistencia que mantiene en los 3.640 puntos para que se pueda confiar en que el rebote es sostenible y que puede acabar derivando en "el Rally de Navidad que estamos esperando", asegura Cabrero. Esta resistencia se encuentra a un 1,7% de distancia de los niveles de cierre de ayer.