"No fuiste una pérdida de tiempo. Fuiste quien me hizo comprender que yo merecía a alguien mucho mejor". Esta frase bien podría atribuírsele a Disney en su ruptura con Netflix. Y es que, mientras han tenido un acuerdo, la compañía de entretenimiento más grande del mundo ha sacado rédito cobrando por los derechos de los contenidos distribuidos en la plataforma de 'streaming'. No obstante, se ha dado cuenta de que hay una manera más rentable de exprimir la naranja de los contenidos 'online': tener una herramienta propia.
A este respecto, aprovechando la presentación de resultados trimestrales, Disney anunció que retirará sus contenidos de Netflix, principalmente películas, para crear su propio servicio de 'streaming'. El fin del acuerdo se materializará en 2019. Una noticia que, pese al impacto a corto plazo (ambas compañías caen más de un 3% en bolsa en el mercado fuera de hora), no ha cambiado el parecer de las firmas de análisis que cubren a ambas empresas.