El incremento de los ataques en la red y su mayor complejidad propician un crecimiento de la demanda de ciberseguridad. Los analistas elevan las previsiones de beneficios del sector un 26% hasta 2018. Una mejora que será mayor en firmas con ofertas más novedosas.
Es el tema central de una de las series del momento: Mr. Robot. En esta ficción, el líder de la organización de hacktivistas Fsociety, que recuerda a Anonymous, aprovecha su posición en una compañía de ciberseguridad para planear el ataque a una megacorporación y prender una revolución global que derribe el sistema financiero. Los ataques a través de la red que se narran en esta producción, aunque fabulan con las consecuencias de una insurrección tecnológica, inciden con precisión en una de las mayores preocupaciones de todo tipo de empresas: protegerse en la red de virus, de suplantaciones de identidad, de sustracciones de datos o de robos de dinero.
El sector que desarrolla los sistemas de seguridad que intentan frenar estos ataques está de moda y no solo por el éxito de Mr. Robot. El número de agresiones cibernéticas a compañías no para de crecer. Y, como ocurre en la serie, el 60 por ciento de estos ataques provienen de trabajadores de las propias empresas, según estadísticas recopiladas por IBM. Un 15,5 por ciento son empleados que inconscientemente exponen a sus compañías a amenazas externas "al acceder a aplicaciones de terceros no autorizadas, al descargar archivos de correos electrónicos personales y al conectarse a redes no seguras", explica Anurag Rana, experto del servicio de análisis de Bloomberg. Un 44,5 por ciento son empleados que atacan a sus empresas intencionadamente. Por otra parte, IBM relaciona las hostilidades cibernéticas externas, que representan un 40 por ciento del total, con agresiones de hackers patrocinados por ciertos estados para acceder "a secretos industriales o por razones políticas", continúa el analista, o con ciberdelincuentes que intentan robar a bancos o conseguir números de tarjetas de crédito que almacenan otras empresas.
La International Data Corporation (ICD) proyecta el tamaño del mercado de la ciberseguridad hasta 2020, para cuando lo sitúa en casi 48.000 millones de dólares, un 10 por ciento más que en 2015. De las estimaciones de esta consultora se extrae que la inversión en protección en la red no solo se incrementará por el crecimiento del número de ataques, sino por su mayor sofisticación y por la vulnerabilidad de vías menos exploradas: sistemas del llamado Internet de las cosas o dispositvos móviles -ver gráfico-.
En el sector de la ciberseguridad conviven grandes compañías que, hasta ahora, han satisfecho la demanda más tradicional de sistemas de protección en la red, como la propia IBM, Intel, Oracle, Symantec o Cisco, y empresas más pequeñas que ofrecen productos más adaptados a la nueva generación de cibercriminales, como Palo Alto, Fortinet o Check Point. Es paradigmático que las dos primeras firmas tecnológicas de este segundo segmento sean las que merecen las mejores recomendaciones dentro del ramo de la ciberseguridad para el consenso de mercado que reúne FactSet.
"Palo Alto y Fortinet están creciendo más que el resto de compañías del sector por su apuesta por los sistemas de seguridad más novedosos", advierte Anurag Rana, quien deja caer que ya que Cisco, IBM o Symantec también están "cambiando su enfoque", las de menor tamaño pero más actualizadas podrían ser objetivos de compra en una futura "consolidación de la industria".
Mientras los analistas esperan que el resto del sector haga crecer sus beneficios un 26 por ciento en los próximos tres años, las mismas estimaciones apuntan a que Palo Alto elevará sus ganancias a 375 millones de dólares en 2018, desde los 165 millones que perdió en 2015, y que Fortinet las multiplique por 25 veces en el mismo periodo. "La recomendación de compra se justifica por el mayor crecimiento respecto a sus compañeros, de un sector para el que sigue creciendo el mercado", inciden desde Citi. "Una de las preguntas clave es cuánto tiempo pueden sostener un incremento de sus beneficios superior a la media", comenta JP Morgan, que cree que, concretamente, Palo Alto "cuenta con la oportunidad de hacerlo porque va camino de convertirse en el primer proveedor exclusivo de servicios de seguridad".
elMonitor, la herramienta de inversión de elEconomista, ya ha situado a la compañía norteamericana en su radar con la intención de abrir próximamente una estrategia sobre sus títulos, los cuales cuentan con un potencial alcista del 10 por ciento hasta los 181 dólares en los que el consenso de mercado sitúa su precio objetivo. Al tratarse de una tecnológica en plena fase de crecimiento, no reparte dividendo entre sus accionistas, aunque cuenta con una caja de 1.500 millones de dólares.