Eso fue lo que pasó en Wall Street, y que deja, pese a los números rojos que vivió la renta variable de EEUU, algo de esperanza.
Continúa la flojera. Aunque la última sesión sí fue bastante positiva para el Ibex 35, ni fue arropado suficientemente por el resto de índices europeos, ni Wall Street corrió la misma suerte. Con todo, la fotografía final en la bolsa estadounidense fue mejor de lo que llegó a ser durante algunos momentos de la sesión.
El día en el que el Gobierno anunció severos recortes, la bolsa española fue la única que consiguió un alza de más del 1%, aunque insuficiente, según señala Carlos Doblado desde Ágora A.F., para batir la zona de máximos previos que sugeríamos como necesario para pensar en que estamos viendo algo consistente sobre primeros soportes".
Y la suerte en Wall Street fue bajista desde un principio. Además, las caídas se acrecentaron después de que las actas de la Reserva Federal mostrasen muy pocos partidarios de más medidas de estímulo (el conocido QE3). Eso fortaleció levemente al dólar (el euro se intercambia a 1,22 dólares) y se dejó notar, para mal, en la renta variable norteamericana. El Dow Jones (DJI.NY) terminó la jornada con un descenso del 0,26%, mientras que el Nasdaq (NDX100.NQ)cedió un 0,56%. Pero, pese a todo, Wall Street consiguió cerrar lejos de los mínimos del día. "El cierre respetó la primera zona relevante de soporte para el conjunto de sus índices, al tiempo que veía como bajaba la volatilidad", señala Doblado.
Donde sí hubo un respiro fue en el mercado de deuda. La prima de riesgo española se relajó hasta los 530 puntos después de las medidas anunciadas, ya que la rentabilidad del bono español cedió hasta el 6,57%.
Fuera de la renta variable, en el terreno de las materias primas, el petróleo fue el protagonista. El barril de referencia en EEUU recuperó los 100 dólares, tras un alza superior al 2%, que también vivió el precio del barril Brent europeo. Y todo, porque las reservas semanales de crudo de Estados Unidos descendieron casi 4 veces más de lo previsto por el mercado.
Los inversores europeos se levantarán con la decisión de tipos de interés en Japón. Más tarde, en Europa, se publicará el informe mensual del Banco Central Europeo. Además, habrá subasta de deuda de Italia, y se conocerán los datos de producción industrial de la eurozona.
Al otro lado del Atlántico se publicarán las peticiones semanales de desempleo en EEUU y el índice de precios a la importación.
Más allá de las compañías Infosys y Fastenal, no hay presentaciones de resultados relevantes.