La brusca caída que hemos visto en la parte final de esta semana en Wall Street nos vuelve a poner sobre alerta de la posibilidad de que la bolsa norteamericana haya podido encontrar un techo temporal dentro del movimiento alcista que nació en marzo.
Desde entonces han sido varias las ocasiones en las que los bajistas han intentado imponerse y todas terminaron siendo estrepitosos fracasos, de ahí nuestra prudencia a la hora de hablar de un giro bajista sostenible en el tiempo en EEUU sin que haya plenas confirmaciones.