Asegura el dicho popular que cuando Alemania tose, Europa entera se constipa. Suele ocurrir en pocas ocasiones. De hecho solo ha pasado en cuatro de los últimos 24 trimestres. Pero de vez en cuando es inevitable. Y ayer fue una de esas veces.
El país germano anunció una contracción del 0,1% de su PIB en el segundo trimestre del ejercicio. Una noticia que actuó como detonante para los principales selectivos de renta variable en el Viejo Continente en la sesión de ayer que registraron descensos cercanos al 2% y que amenazan con registrar más sesiones en números ante el recrudecimiento de la tensión comercial entre EEUU y China.
No en vano, el apelativo de motor de Europa que se le suele asignar a la economía teutona viene de la mano de su fuerte industria, su tecnología, sus maquinarias... y evidentemente de sus automóviles, que se venden en el resto del continente y fuera de sus fronteras (casi la mitad del PIB alemán suele depender de su comercio exterior).
Por eso la contracción entre abril y junio de la actividad del 0,1% en comparación con el primer trimestre de 2019 en el país fue recibida con caídas más abruptas entre las empresas del país con una mayor vinculación a estos sectores, como es el caso de Daimler.
Se trata de un comportamiento que no es inusual. De hecho, en las últimas cuatro ocasiones que Alemania ha dado a conocer una contracción de su PIB en un trimestre (respecto al mismo del año anterior), la firma de coches de Baden-Wurtemberg siempre se ha posicionado como una de las más bajistas
Ya ocurrió en 2013, cuando publicó los datos del último trimestre del año anterior. Y también en el segundo trimestre de 2014 y a mediados de 2018. En los días posteriores a que el gobierno nacional presenta un decrecimiento de su actividad económica, la compañía alemana sufre descensos que superan 2%. Este comportamiento suele ser "la guinda" a un trimestre que generalmente suele negativo.
Es decir, en los trimestres que la economía alemana no carbura, sus acciones tampoco lo hacen... y en el momento en que el Gobierno lo hace público, sus títulos reaccionan con descensos en los días posteriores.
Y no es la única que se comporta de esta manera. Firmas como BMW, Bayer o Basf, muy ligadas a la industria también, han registrado descensos en el mercado en tres de las últimas cuatro veces en las que el Gobierno alemán a anunciado que se ha enfriado la economía global.