Los principales indicadores bursátiles de Estados Unidos profundizan todavía más los descensos de los últios días y retroceden en torno a un 2% con respecto a la sesión del miércoles. El Nasdaq 100 es el único índice de los tres que todavía no ha sucumbido a sus mínimos intradía del año.
El indicador tecnológico pone fin a la jornada con 6.243,2 puntos, lo que representa una caída del 1,6% en el día y del 2,4% en lo que va de año. Por otro lado, el S&P 500 cede los mínimos registrados el miércoles y cae hasta los 2.467,4 enteros, otro retroceso del 1,6% en el día y del 8% desde enero -el indicador ha perdido cerca de un 15% este trimestre, su mayor cesión de todo el último periodo alcista-. En cuanto al Dow Jones, el índice pierde un 2%, hasta los 22.859,6 puntos y acumula unas pérdidas del 7,5% en 2018.
"Llevamos tiempo insistiendo en el riesgo de que las principales bolsas norteamericanas se dirigieran a su zona de mínimos del año, donde se encuentran los niveles que hemos calificado como soportes urbi et orbi, de cuyo mantenimiento depende que no confirme un cambio de ciclo en Wall Street", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
"Por el momento, no queremos encender todas las alarmas y recomendamos estar pendientes de la evolución del Nasdaq 100, que se ha convertido en el último mohicano. El principal índice tecnológico todavía no ha alcanzado sus mínimos del año en la zona de los 6.165 puntos, por lo que todavía hay esperanza de asistir a un reversal alcista, que es lo que esperamos para decidir aprovechar nuestra importante liquidez para comprar", expone el analista.
"Hay grandes diferencias entre el momento actual, y el de inicio de las caídas: el interés de los bonos soberanos de Estados Unidos se ha contraído en más de 50 puntos básicos, lo que reduce el efecto aspiradora; el precio del petróleo ha retrocedido; Italia y Bruselas han acercado sus posturas; tenemos unas valoraciones (múltiplos) que son cerca de un 20% más baratas que en enero; existe, de momento, una tregua comercial entre los Estados Unidos y China; y, por último, la Fed ha bajado el ritmo", resume Alex Fusté, economista jefe de Andbank, para justificar un visión menos pesimista del actual momento que parece generalizada.
Pero lo cierto es que el conocido como indicador del miedo, el Vix, el índice que mide la volatilidad implícita del S&P 500 se ha disparado un 50% en diciembre, hasta máximos de diciembre, y que el miedo a que una reacción irracional de los miles de gestores automatizadas que intervienen en mercado desaten el pánico se puede palpar. Y también es sintomático que los sectores que más están sufriendo en las bolsas sean precisamente los más cíclicos. Buen ejemplo es el mercado europeo, donde los bancos, que retroceden un 28% en 2018, las automovilísticas, que pierden un 27% en el año, o las constructoras, que ceden un 20%, advierten de una desconfianza hacia las compañías más ligadas al comportamiento de las economías.
"De cara a 2019, puedo afirmar que confío más en pronosticar contribuyentes positivos a nivel de empresas individuales: negocios estables, con balances saneados y valoraciones razonables, ya que la teoría sugiere que podrían ganar terreno si los inversores buscan esas cualidades defensivas, lo cual a continuación permitiría rotar hacia otras áreas después del diluvio", reconoce Nick Clay, gestor de renta variable global de BNY Mellon.
La divisa europea se acerca a los 1,15 dólares, aunque alcanza los 1,147 dólares al fin de la sesión en Wall Street, lo que supone un repunte del 0,8% con respecto a la jornada del miércoles y acumula unas pérdidas del 4,5% desde enero. Por otro lado, la libra esterlina sigue en la zona de cambio de los 1,105 euros tras retroceder un ligero 0,3% con respecto al día anterior y ya pierde un 2% en lo que va de año. En cuanto a los metales, el oro sube en torno a un 1% durante la sesión y la onza cotiza en 1.263,6 dólares, recortando las pérdidas anuales hasta el 3,5%.
Los futuros del petróleo Brent caen hasta la zona de los 54,5 dólares por barril, en torno a un 5% menos que el miércoles y ya acumula unas pérdidas del 18% en 2018. En la misma línea se comportan los futuros del West Texas, aunque su caída es de alrededor del 2%, hasta los 46 dólares por barril. El crudo de referencia estadounidense retrocede casi un 24% en lo que llevamos de año.
"Pese a lo mucho que se habla de los recortes de producción de la OPEP y el auge de la producción de petróleo de esquisto, el mayor problema del petróleo es el pánico por la economía -y las correlaciones lo demuestran", señalan desde Bloomberg. "Durante el último desplome del crudo en 2014, el S&P 500 y el Brent se movieron en direcciones opuestas", recuerdan, pero "eso ha cambiado en el colapso actual: el Brent y el S&P se están moviendo en tándem", destacan.
La agenda de este jueves traerá consigo la publicación de los datos de PIB de Francia, Reino Unido y Canadá correspondientes al tercer trimestre de 2018. Asimismo, en Estados Unidos se darán a conocer indicadores de confianza económica, como el sentimiento recogido por la Universidad de Michigan y, en México, se revelará el Indicador Global de la Actividad Económica.