Este 6 de noviembre, los 435 escaños de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y 35 de los 100 asientos en el Senado se sometieron al escrutinio de los estadounidenses. Una fecha crucial que muchos consideran como un referéndum a la gestión del presidente Donald Trump durante sus casi dos años en la Casa Blanca y que se ha saldado como esperaban los analistas.
Esta vez sí se cumplieron las previsiones. Si hace dos años las encuestas fallaron estrepitosamente asegurando una victoria de Hillary Clinton que finalmente no se produjo, este martes dieron en el clavo adivinando que los republicanos mantendrían la mayoría en el Senado pero la perderían en la Cámara de Representantes en favor de los demócratas. Una situación que aboca a un bloqueo legislativo de todos los grandes proyectos en medio de un clima político cada vez más polarizado.