Los últimos 9 años han estado marcados por un mercado alcista. Un periodo largo, que ha propiciado que se alcen algunas voces, que avisan de los riesgos de invertir en un mercado que podría estar agotando su gasolina. El último hito a destacar en este sentido ha sido la superación de los 23.000 puntos del índice Dow Jones el pasado miércoles, algo que nunca antes había ocurrido en la historia.
Desde los mínimos que se vieron en 2009 por la crisis financiera, el Dow Jones estadounidense sube un 253,7 %, mientras que, en el mismo periodo, el EuroStoxx 50 ha repuntado en torno a un 100 por cien. La fotografía es muy similar si se compara el rendimiento del MSCI USA y el del MSCI Europe: el primero suma un 277 % desde los mínimos de 2009, mientras el europeo suma un 140 %. Las fuertes subidas de la bolsa estadounidense han propiciado que muchos analistas recomienden sobreponderar Europa frente a las bolsas de Wall Street, ya que consideran que las valoraciones han ido demasiado lejos al otro lado del Atlántico. Sin embargo, si se mira con mimo la fotografía, la bolsa estadounidense podría no estar tan cara.