El gigante estadounidense Amazon ya venía avisando de su interés por la distribución de alimentos. Así lo demuestra su servicio Amazon Fresh, lanzado en 2015, por el que los usuarios reciben en su domicilio productos frescos, lácteos o verduras. Asimismo, llegó a un acuerdo con Dia para ampliar su oferta 'online'. No obstante, su golpe más demoledor se produjo el pasado mes de junio, cuando anunció la adquisición de los supermercados ecológicos Whole Foods.
El problema para el resto del sector no es la compra en sí, sino la estrategia que ha preparado la firma encabezada por Jezz Bezos y que se basa en 'tirar los precios', un juego en el que no todos tienen la posibilidad de participar. Precisamente, por tratarse de productos ecológicos, Whole Foods ya contaba con precios elevados frente a otros competidores, tanto como un 15% más caro que los supermercados tradicionales, según los analistas de Wedbush Securities.