Uno de los puntos positivos para Repsol durante el pasado ejercicio fue su capacidad para reducir el endeudamiento de manera orgánica con un precio del petróleo a 45 dólares de media, algo que Miguel Martínez, CFO de la firma, explica porque "es una compañía que se comporta mejor en la parte baja del ciclo". Señala la importancia del negocio de suministro y refino de crudo y la participación que tiene la compañía en Gas Natural -controla el 10%-como claves para esta resistencia.
Martínez resaltó que la reducción de deuda va a ser el primer motor de la compañía en los próximos tiempos, al estar apuntando a "ser una productora de petróleo muy eficiente". También destacó que su intención es "conseguir que el punto de equilibrio de la empresa en el negocio de exploración y producción se reduzca aún más".
Otro de los puntos clave para la petrolera es el comportamiento del dólar y del petróleo. Según los cálculos de la compañía, una variación de 1 dólar en el precio del barril de crudo supone aproximadamente 70 millones en la línea de beneficios. Una variación del cambio euro-dólar del 10% desde el nivel del 1,05 supone 140 millones de euros en las ganancias después de impuestos.
Tras anunciar el miércoles que la compañía distribuirá un dividendo complementario de 45 céntimos con cargo a 2016 ?por lo que la retribución anual asciende a 80 céntimos?, el responsable financiero recordó que la compañía "aún necesita fortalecer más el balance para poder dejar los pagos en scrip".
"Hasta que no tengamos una calificación triple B estable debemos seguir con el pago en títulos", explicó Miguel Martínez, que ha recordado la gran aceptación de la opción de cobrar en papelitos. Repsol tiene un rating dos peldaños por encima del bono basura para Fitch y Moody's y uno para S&P.