Wall Street cierra con caídas superiores al 1% tras avanzar un miembro de la Fed que el tappering puede llegar tan pronto como en octubre y con Blackberry como protagonista tras perder más de un 20% después de presentar pérdidas millonarias.
Sorpresa mayúscula la que se ha llevado el mercado esta semana con la decisión de la Reserva Federal de mantener su paquete de estímulos (85.000 millones de dólares) cuando se esperaba que anunciara una retirada progresiva. La reacción fue inmediata: Wall Street se disparó, la rentabilidad de los bonos se desplomaron, el dólar languideció y las materias primas rebotaron.
Pero la euforia ha durado poco y por eso hoy los inversores han aprovechado las alzas de ayer para recoger beneficios antes del fin de semana. Así, en una sesión en que la protagonista ha sido BlackBerry, que se desplomó un 20% tras presentar pérdidas de casi 1.000 millones de dólares y 4.500 despidos, el Dow Jones ha cerrado con una caída del 1,19%, el S&P ha cedido un 0,72% y el Nasdaq, un 0,40%, después de James Bullard, presidente de la Fed de San Luis, haya afirmado que puede haber tappering tan pronto como en el mes de octubre, frente a los pronósticos que apuntaban a que ya no sucedería hasta diciembre.
Esto empaña la evolución de Wall Street esta semana, con revalorizaciones que no han alcanzado ni el 1,5% en muchos casos y convierte a Europa en la gran vencedora de la decisión de la Fed. Así, el Ibex y el italiano Mibtel se han convertido en los más alcistas de la semana con revalorizaciones del 2,5% y el Eurostoxx ha cerrado en máximos no vistos desde 2008, lo que, en palabras de Joan Cabrero, estratega de Ágora A.F. "invita a pensar que próximas caídas en las bolsas pueden ser vulnerables y previas a mayores subidas. Por tanto, una oportunidad no solamente para cerrar definitivamente coberturas sino también para aumentar exposición a bolsa". De hecho, es ésta la razón por lo que, salvo estrategias puntuales, no hemos aumentado significativamente nuestra exposición al mercado de renta variable, que se mantiene en niveles inferiores al 70%.
Quizá estas correcciones lleguen esta misma semana cuando el mercado tendrá que digerir los resultados de las elecciones en Alemania que se celebran este domingo. De hecho, este acontecimiento será el gran protagonista a falta de datos de especial relevancia con algunas excepciones como el PIB del segundo trimestre en EEUU o la publicación de la Confianza del Consumidor de la Universidad de Michigan o el índice de precios de la vivienda Case Shiller.
Diferente recorrido ha experimentado nuestra cartera de divisas. La debilidad del dólar ha vuelto a dejar al euro en el primer puesto de la lista de divisas fuertes tras superar los 1,35 dólares. Un nivel que sin embargo debe de confirmarse antes de dar la batalla por ganada. Donde sí vemos oportunidades es en el cruce de la divisa única con la libra, y es por ello que hemos abierto una estrategia en esta operativa.
No sucede lo mismo con el mercado de materias primas. Es cierto que metales industriales y preciosos han aprovechado la caída del dólar para apreciarse -el oro ha llegado a hacerlo en una sesión más del 4% lo que le ha permitido conquistar el nivel de los 1.300 dólares- pero seguimos viendo el rebote como algo puntual por lo que nos mantenemos fuera de este mercado.