La semana pasada trasladaba mis dudas acerca de si la cesión intradía y posterior recuperación del soporte clave que encuentra el Eurostoxx 50 en la zona de los 3.900 puntos, había sido un fallo bajista, que suele tener implicaciones alcistas, o un aviso para navegantes, que invitaba a abrocharse los cinturones ante la posibilidad de asistir a una inminente corrección en profundidad.
Pues bien, ni una cosa ni la otra y, como me temía, las bolsas europeas han entrado más bien en una dinámica de baile, de lateralidad que para muchos puede resultar desesperante pero que para servidor tiene una lectura de fortaleza y que me permite con mayor tranquilidad y sin prisas, que suelen ser malas consejeras, buscar oportunidades de inversión.