Un informe de la Agencia Internacional de la Energía, en el que se estima un descenso importante en la producción de petróleo en Estados Unidos, impulsó el precio de los dos principales barriles, hasta un 8% en el caso del americano.
La semana ha comenzado con buenas noticias para el petróleo, que, como viene siendo ya habitual, ha repercutido también en el comportamiento de las bolsas a ambos lados del Atlántico. El barril West Texas, de referencia en Estados Unidos, llegó a subir el lunes un 8,1%, superando la barrera de los 30 dólares y llegando a tocar los 32, mientras el Brent europeo alcanzó un avance del 6% en la sesión, hasta el entorno de los 35 dólares. Un informe emitido por la Agencia Internacional de la Energía -IEA, por sus siglas en inglés- animó a los inversores a comprar crudo durante la sesión.
El informe deja varias lecturas: la sobreproducción de petróleo continuará, al menos hasta el final de 2017, más allá de lo que se estimaba con anterioridad. Esta previsión, que presenta un escenario complicado para los alcistas en petróleo, no fue suficiente para mermar el atractivo del crudo para el mercado, generado por la estimación que también lanzó la Agencia: destaca que en 2016 la producción de petróleo en Estados Unidos caerá en 600.000 barriles diarios, un deterioro que continuará el año que viene, cuando la oferta del país caerá a un ritmo de 200.000 barriles por día. Con todo, la IEA considera que esta caída en la extracción por parte de las petroleras americanas, contribuirá a que la situación de sobreoferta en la que se encuentra inmerso el mercado del petróleo termine a finales de 2017, una idea que también pudo estar detrás de las últimas subidas del oro negro.
Además de lo anterior, tampoco hay que olvidar las noticias que llegan desde la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP-: la semana pasada, Rusia y Arabia Saudí consiguieron llegar a un acuerdo por el cual se comprometen a mantener estable la producción en los niveles de enero -10,2 millones de barriles al día en el caso de Arabia y 10,9 millones en el de Rusia-. Venezuela, Qatar y Kuwait se sumaron al pacto, mientras Irán e Iraq declararon que apoyan la resolución, pero no aclararon si contribuirán congelando sus niveles de extracción.
Ahora bien, el pacto puede ser un primer paso que termine desembocando en un recorte real de la producción. No hay que olvidar las palabras de Ali al-Naimi, ministro de Energía de Arabia Saudí, quien destacó que su acuerdo con Rusia es "el inicio de un proceso" que puede continuar dando "otros pasos". Es importante tener en cuenta que, durante los últimos años, Arabia Saudí se ha negado a recortar su producción, alegando que lo haría si se trata de un recorte conjunto, en el que tomasen parte otros productores de fuera de la Organización. La entrada de Rusia en la ecuación puede ser un primer paso.
Durante la segunda semana de febrero, pocos días antes de que Rusia y Arabia acordasen 'congelar' la producción, el número de posiciones alcistas en petróleo cayó en 16.146 contratos de futuro, un 5,9% frente a la semana anterior, el descenso más fuerte que se ha visto en siete meses, según datos de la Comisión de Comercio de Futuros sobre Materias Primas estadounidense.