La divisa común no se revalorizaba tanto frente al dólar desde la primera semana de febrero. En concreto, ha experimentado un avance cercano al 0,7%, lo que le ha llevado a recuperar holgadamente la cota de los 1,07 dólares en una semana marcada por las elecciones holandesas y la subida de tipos de la Fed.
Para Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, "los resultados de las elecciones en Holanda evitan la llegada al poder del candidato antieuropeísta Wilders y podrían tener su impacto en las que se celebran en Francia en abril, algo que ha sentado bien al euro".
Todo ello en un contexto en el que la Reserva Federal estadounidense ha cumplido con el guión esperado subiendo los tipos de interés el pasado miércoles al rango del 0,75%-1%. Igualmente mantuvo su previsión de dos subidas adicionales más en lo que queda de año. "El comunicado redujo en cierta manera el calendario que barajaba el mercado, de ahí que la rentabilidad de la deuda americana reaccionara descendiendo y que el dólar cayese", señala López-Gálvez.
A todo ello se suma que el consenso de mercado que recoge Bloomberg adelanta ya al mes de diciembre el incremento de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, lo que, además de animar la cotización del euro, también suele ser un importante motor para los bancos, al incrementar sus márgenes.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader señala que a corto plazo "seguimos considerando que el par euro/dólar aún tiene margen de subida hacia la resistencia clave que presenta en la zona de los 1,08-1,0829, que es la que tiene que superar para que se confirme la hipótesis de reestructuración alcista en forma de cabeza y hombros invertido con la que venimos trabajando desde hace semanas".
Todo ello ha sido suficiente para que el índice dólar, que pondera los seis principales cruces de la divisa estadounidense con especial peso del euro, ha vivido su segunda peor semana del año al depreciarse cerca de un 1%, que le ha llevado a la cota de los 100,3 puntos.
Una caída que no es de extrañar ya que la moneda estadounidense se ha colocado esta semana como la divisa más bajista del la cesta del G-10, al cerrar con pérdidas en todos los principales cruces.