El mercado de divisas volvió a dejar ayer una jornada de movimientos bruscos que ya es la tónica de las últimas semanas, aunque cerró la sesión casi plano.
El euro comenzó la jornada al alza, recuperando el nivel de los 1,135 dólares por primera vez en casi tres semanas, pero a lo largo del día fue perdiendo fuerza. Los buenos datos de peticiones semanales de desempleo publicados ayer en EEUU (se apuntaron a las listas del paro 276.000 personas, 2.000 menos de lo esperado) anticipan un buen informe de empleo del mes de mayo, que se conocerá hoy. Este dato animó al billete verde a recuperar el nivel de los 1,125 dólares por euro.
El mercado hizo poco caso al FMI, que advirtió en su Artículo IV sobre la economía estadounidense, que el dólar está "modestamente sobrevalorado". De hecho, a lo largo de la tarde aceleró su subida contra el euro, hasta caer por debajo de los 1,124 dólares.
La institución cree que la subida del dólar del último año ha sido "rápida", fruto de las "divergencias del crecimiento cíclico y de las políticas monetarias". En este periodo, el billete verde es la divisa más alcista de las 10 más negociadas del mundo y acumula una subida del 20% frente al euro. Esta apreciación del dólar pasará factura a la economía estadounidense con un déficit exterior mayor del que se podía esperar en el caso de que la divisa cotizara a un nivel más apropiado. Según sus cálculos, el déficit por cuenta corriente superará el 3% del PIB en el medio plazo.
En Europa, el euro sigue pendiente de la evolución de las negociaciones en Grecia para alcanzar un acuerdo con sus acreedores. El Ejecutivo heleno solicitó ayer al FMI retrasar al 30 de junio todos los vencimientos que tiene que afrontar este mes, el primero de los cuales hubiese llegado hoy. En total, tiene 25 días más para alcanzar un acuerdo con la Comisión Europea para conseguir los 1.600 millones de euros que tiene que devolver al FMI. Los inversores mantienen la calma con la moneda única, que lleva moviéndose en una horquilla entre los 1,15 y 1,05 dólares durante los últimos cinco meses.
La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) tiene la última palabra, o casi. Mañana celebra su reunión semestral en la que determinan las cuotas de producción de cada uno de sus 12 miembros. Las informaciones que se han filtrado hasta la fecha apuntan a que la organización mantendrá sus cuotas actuales, lo que seguirá contribuyendo al exceso de oferta en el mercado y presionando a la baja a los precios.
Tanto el Brent (barril de referencia europeo), como el West Texas (de EEUU), se han movido a la baja durante toda la sesión, presionando la zona de mínimos de los últimos meses. Este nivel se sitúa en los 62 euros para el Brent y en los 58 para el West Texas, lo que refleja la incertidumbre de los inversores de cara a la reunión que se celebrará en Viena.