Las elecciones en España, además del anuncio de Grecia de un posible impago el 5 de junio al FMI, lastraron al euro, que volvió a perder los 1,10 dólares. Las palabras de Yellen el viernes pasado también contribuyeron a la caída del cruce.
La sesión fue casi festiva, con las bolsas de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania cerradas, pero los mercados se encargaron de poner precio al euro después de un fin de semana complicado. Por una parte, la fragmentación política en España y, por otra, la amenaza de impago en Grecia: podría hacer default el próximo 5 de junio en su pago de 300 millones de euros al Fondo Monetario Internacional. Atenas ya no tiene dinero en los cajones, ni entre los cojines, y la cuenta atrás sigue apretando.