El 'billete verde' se mantuvo tranquilo, sin grandes cambios a lo largo de la semana. La oleada de datos macroeconómicos que se publicaron en Estados Unidos no convenció a los inversores sobre el futuro de los tipos de interés.
Las estrategias sobre divisas de la tabla de recomendaciones se han comportado sin grandes cambios durante la semana, con pequeños avances generalizados en todas nuestras estrategias, salvo aquella que cruza al dólar estadounidense con el rand sudafricano.
Frente a la corona checa, el dólar subió un 0,3%, mientras el avance en el cruce que mantiene con la corona danesa fue del 0,15% aproximadamente y también logró revalorizarse frente al yen japonés: en torno a un 0,5%. Eso sí, perdió un 0,7% frente al rand sudafricano, divisa que fue atractiva para los inversores de forma general durante la semana santa.
Y es que, la oleada de datos macroeconómicos que se han publicado esta semana en Estados Unidos no ha arrojado luz sobre el momento en el que la Reserva Federal incrementará los tipos de interés.
Ha habido lecturas de todo tipo, teniendo en cuenta que los ingresos personales durante el mes de febrero sorprendieron positivamente, igual que las ventas pendientes de viviendas durante ese mismo mes, el índice de confianza de consumidor de marzo, las ventas de vehículos, la balanza comercial, los pedidos de fábrica, y las peticiones iniciales de desempleo durante la semana pasada.
En contraposición, el gasto personal en febrero fue peor de lo que previeron los expertos con anterioridad, mientras el dato de actividad manufacturera que publicó la Reserva Federal de Dallas también decepcionó. El índice manufacturero de Chicago tampoco fue para celebrar, ni el que elabora el Instituto de Administración de la Oferta -ISM, por sus siglas en inglés- y que recogió los cambios de todo el país durante el mes de marzo. El informe sobre empleo que elabora ADP y que anticipa el cambio que se dio durante el mes pasado, también ha dejado mucho que desear para los analistas.
Así, este cúmulo de información no ha decantado al mercado en un sentido u otro. En principio, durante los últimos meses los inversores se están viendo atraídos por el dólar, cuando los datos macroeconómicos que se lanzan desde Estados Unidos son positivos y generan la especulación de que los tipos de interés se incrementarán antes de lo previsto. Sin embargo, esta semana, como hemos visto, ha resultado complicado analizar el ritmo al que se está recuperando la economía del gigante norteamericano.
Sea como sea, el euro ha caído ligeramente frente al billete verde, en una semana que quedará en el olvido. Arrancó en los 1,0889 dólares y a media sesión de Wall Street de la última jornada semanal cotizaba en torno a los 1,0881 dólares, una caída semanal casi insignificante.