Situación de corto plazo:
Las caídas que vimos ayer no nos sorprenden después de que el Ibex 35 (IBEX.MC) no lograra el viernes pasado cerrar la semana por encima del origen de su última consolidación en los 9.532 puntos, algo que el resto de índices del Viejo Continente lograron con mucha claridad. Esto evidencia las dificultades que está encontrando la renta variable española para seguir a sus homólogos europeos, en parte debido a la incapacidad de los grandes pesos pesados, como Santander, BBVA o Telefónica de romper resistencias clave.
En cualquier caso, por el momento no vemos nada que ponga en jaque las posibilidades de seguir viendo mayores alzas en próximas fechas hacia resistencias que encuentra el Ibex 35 en los 9.670-9.740 puntos. Para que exista mayor debilidad y se ponga en aprietos un contexto de mayores alzas una eventual caída de corto plazo debería de profundizar por debajo de los 9.340 puntos, entorno de soporte coincidente con un hueco que se abrió al alza la semana pasada y correspondiente a un ajuste del 50% de la última subida que nació en los 9.100 puntos, que sigue siendo el soporte crítico de medio plazo y referencia de stop que recomendamos utilizar en posiciones en bolsa española. Superando resistencias de 9.740 puntos ya habría que valorar objetivos un poco más ambiciosos en los 10.070-10.300 puntos.
Situación tendencial:
Desde la zona de los 11.200 puntos el Ibex 35 está desarrollando una corrección bajista que está sirviendo para ajustar la tendencia alcista previa que nació a mediados de 2016 desde los 7.579 puntos. Cuando termine esta corrección todo apunta a que la tendencia alcista principal se retomará. En este sentido, cabe señalar que desde los mínimos que marcó el Ibex 35 durante la semana de Navidad de 2018 en los 8.286 puntos se están tratando de sentar las bases de una reestructuración alcista.