Situación de corto plazo:
El rebote que están desarrollando los índices norteamericanos en el corto plazo, que favorecíamos desde que el S&P 500 (SP500.CH) alcanzó la base de su canal alcista que discurría por los 2.600 puntos, encontró el viernes dificultades para seguir avanzando, algo que no nos sorprende si atendemos a que, de momento, ha servido para que el S&P 500 haya recuperado un 38,20% de la última caída y el Nasdaq 100 (NDX100.NQ) se haya aproximado a lo que sería la resistencia teórica de los 7.133 puntos, correspondiente a una recuperación de la mitad de la última caída.
El rebote se mantiene vivo pendientes de las elecciones legislativas, que podrían provocar cierta volatilidad cuando se conozcan los resultados. Lo más destacable en el más corto plazo es que el índice tecnológico Nasdaq 100 consolida sobre el hueco alcista abierto desde los 6.810 puntos como primer soporte sobre el que mantiene sus opciones de desplegar otra pata dentro del rebote. No obstante, seguimos considerando que en cuanto concluya lo más probable es que las caídas vuelvan a imponerse. En este sentido, en el chart adjunto mostramos la hipótesis principal que manejamos para el mercado norteamericano en próximas semanas. Puede verse como tras el rebote no nos sorprendería ver una caída que lleve a los índices a probar la solidez de sus soportes urbi et orbi, que en algunos casos podrían ser perdidos, pero que mientras eso no suceda de forma generalizada no seremos partidarios de favorecer un cambio de tendencia primaria en EEUU.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos desde el año 2008 / 2009 se mantiene vigente y por el momento no vemos nada que plantee un techo sostenible en el tiempo dentro de la misma por lo que lo más probable es que las alzas, consolidaciones y correcciones más o menos intensas al margen, tengan continuidad en próximos meses.
Solamente se pondría en jaque esta hipótesis alcista si los principales índices norteamericanos pierden los soportes que hemos calificado como soportes "urbi et orbi", que son la base de la última consolidación en los mínimos que marcaron el pasado 9 de febrero, tales como son los 2.532 del S&P 500 o los 6.164 puntos del Nasdaq 100, que son la línea divisoria que separa una consolidación, del todo normal en tendencia, de una corrección que pondría en jaque la continuidad de la tendencia alcista de largo plazo en Wall Street. Operativamente, una vuelta a esos soportes "urbi et orbi" la veríamos como una oportunidad inmejorable para comprar bolsa norteamericana.